Bases turísticas del lago Baikal mantienen el espíritu de la era soviética

Son pocos los visitantes que llegan hasta estos austeros y nostálgicos centros de veraneo en Rusia.




La base turística Baikal es un vestigio de los centros veraniegos de la era soviética en Rusia que se emplaza a orillas del lago del mismo nombre.

Y es que -según la agencia de noticias AFP- las orillas del siberiano Baikal, considerado el lago de agua dulce más antiguo y profundo del mundo con casi 1.700 metros, están atestadas de estos pequeños complejos, bautizados "turbazy" durante la época de la URSS.

Es más, la Agencia de Turismo de Irkutsk, a cargo de la promoción de esta localidad, contó al menos cien de estos centros vacacionales sólo en el margen oeste y sur del lago.

BASES TURISTICAS
Sin embargo, son pocos los turistas que optan por visitar estos lugares, donde las condiciones son muy austeras. Ekaterina Slivina, jefe de la Agencia de Turismo, reconoce que las infraestructuras de estos centros turísticos son de otra época.

Y es que en "Baikal" han cambiado pocas cosas desde la era soviética. Ya que ni las angostas camas con colchones antiguos, las delgadas paredes que filtran todos los ruidos, los baños compartidos o el bar con estrictos horarios en donde hay que mostrar la "tarjeta de turista", han cambiado

"La base apareció en los años 1950", señala Vladimir Jaritonenko, director del centro. "La empresa de ferrocarriles había construido unas casas para sus obreros. A principios de 1960, cedieron el lugar al sindicato de Irkutsk", cuenta.

Desde esa época, el complejo turístico recibe a los "camaradas" trabajadores enviados por sus empresas para pasar el verano.

VACACIONES SOVIETICAS
El poder soviético instauró un estricto sistema para las vacaciones de sus ciudadanos. Ya que una vez al año las administraciones entregaban a cada empleado un "bono de estancia" que les permitía pasar varias semanas en uno de los centros dependientes de su empresa, tanto a orillas del lago Baikal, como del mar Báltico o también del Mar Negro.

En la actualidad ciertas empresas conservan todavía sus bases, como la compañía energética regional Irkutskenergo, que posee en el pueblo de Murino un complejo turístico llamado "Energuetik".

"Muchísimos bálticos venían", recuerda Jaritonenko, que empezó a trabajar en Baikal en los años setenta como "jefe organizador". Hoy, los visitantes son principalmente rusos con recursos limitados de las regiones cercanas como Buriatia, Chita o Krasnoiarsk.

Y para darle un nuevo aire, el director del centro construyó algunas "casas de campo", cabañas totalmente equipadas. "La gente necesita las comodidades", asegura.

Aunque este tipo de turismo se ha desarrollado con lentitud en la región, a pesar de su gran potencial.

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