Básquetbol: El arma secreta de la Selección Chilena

Vanessa Leeper Jones nació hace 25 años en Colorado Springs, Estados Unidos. Fue una figura deportiva mientras estuvo en la universidad: jugó fútbol, vóleibol y básquetbol, y en todas destacó. Fue Atleta del Año en su casa de estudios, Nebraska Kearney, unas de las mejores jugadoras en su conferencia y región y fue la primera basquetbolista de su universidad en ser nombrada First-Team Academic All-American. En una temporada en la NCAA alcanzó un promedio de 17 puntos por partido y más de siete rebotes.

Y es chilena. O lo será completamente muy pronto. Leeper Jones es hija de Ximena Chacón, quien se fue a los 21 años a Estados Unidos, se casó a los 26 y se quedó para siempre allá. Hoy su hija hace los trámites para obtener el RUT nacional y poder jugar por la Roja.

El contacto final se dio en agosto, en el Premundial femenino, que el destino quiso que se jugara en Colorado Springs, su casa. "Estaré feliz de jugar por Chile. Allá mi nombre sería Vanessa Leeper Chacón de Jones, creo", dice la jugadora, presentándose en el castellano que aprendió de su madre.

"Guillermo Sepúlveda, muy cercano a mi familia, me había hablado de jugar por Chile en básquetbol o fútbol hace años. Pero no tenía las conexiones y estaba enfocada en la universidad. Hace un año, Richi (Ricardo González, técnico de la Selección) me preguntó si quería jugar, pero yo no estaba en condiciones, el tiempo para prepararme era muy corto. Ahora he estado entrenando y cuando vi a Richi en el Premundial el sueño creció más", cuenta la basquetbolista.

Es casada hace tres años, no tiene hijos y ha viajado a Chile sólo en cinco ocasiones.

"Empecé jugando soccer desde cuando pude caminar y a los 11 años comencé con el básquetbol. Jugué fútbol y vóleibol también desde los 11 a los 18 años. En la universidad de Nebraska Kearney saqué muchos premios", comenta la deportista, quien después de titularse trabaja en una empresa de productos médicos.

Pero no ha dejado el básquetbol. Y entrena con regularidad. Mide 1,76 metros y se ubica en cualquier posición. "En la universidad jugué de 4 y 3. Hoy juego contra hombres en la universidad o con niños y niñas en una escuela secundaria donde soy entrenadora asistente", relata la chileno-estadounidense.

La próxima seleccionada explica sus mejores dotes: "Quiero ganar como sea. Quiero ser agresiva y hacer los puntos desde todos los lados de la cancha. Me encanta ir fuerte al aro y que me hagan faltas".

Entusiasmado, Ricardo González asegura que "la he visto en videos, es una jugadora de 20 puntos por partido. Hoy entrena y juega amateur, físicamente es tremenda. Tiene 25 años, así que entrenando se pondrá al nivel que quiera. Nos dará un salto de calidad enorme en la Selección".

La  idea del técnico nacional es que se incorpore al trabajo con el combinado nacional seis semanas antes del Preolímpico de Edmonton, en julio de 2015, para entrenar y hacer las giras con el equipo.

"Manuel Herrera, gerente técnico, está preparando una gira en Canadá antes del Preolímpico, para jugar varios partidos de preparación y entrenar allí. Como la preparación que hicimos antes de Odesur, jugando ocho partidos contra Cuba y entrenando allí", adelanta entusiasmado González.

Ella está dispuesta a todo. "Después de que tenga todo listo con los papeles de Chile, veremos qué es necesario para que nuestro equipo pueda ser el mejor para competir y lograr nuestras metas", dice el adiestrador de la Roja femenina.

"Será un éxito que juegue por Chile. Con ella, Ziomara Morrison y las jugadoras que tenemos, el equipo luchará por conseguir una plaza para los Juegos Olímpicos de Río 2016. Será difícil, pero soñaremos con eso", agrega el DT español.

Con Estados Unidos y Brasil ya clasificados, el Preolímpico da otro cupo directo a Río y tres a un repechaje. Y si todo sale bien, el próximo capítulo de esta historia lo adelanta Vanessa: "Tengo un hermano, Adam, de 29 años, arquero increíble de fútbol".