Belén celebra una Navidad ensombrecida por la violencia

La ciudad, considerada como el lugar de nacimiento de Cristo, estaba ayer fuertemente resguardada, con el despliegue de 500 fuerzas de seguridad. Esto, producto de la violencia entre israelíes y palestinos en los últimos meses en Jerusalén. Lo anterior ha llevado, también, a una caída en el número de turistas que visita este lugar.




Los cristianos celebran hoy la Navidad en todo el mundo, pero en Belén, lugar de  nacimiento de Cristo, la fiesta quedaba ensombrecida por la violencia en Medio Oriente.  Pese a ello, en las afueras de la Basílica de la Natividad las fanfarrias de los jóvenes palestinos desfilaban al son de gaitas y tambores ante un gigantesco y  decorado árbol de Navidad, mientras un Viejo Pascuero distribuía chocolates.

Pero a pocos metros de ahí, grandes fotos de Ziad Abu Ein, el ministro palestino que murió a mediados de mes, recordaban la reciente escalada de violencia en los territorios palestinos. Las celebraciones llegan justo en momentos en  que el Presidente palestino, Mahmoud Abbas, advirtió el mates que cortará todos los lazos con Israel si la resolución para la condición de Estado, que fue presentada ante el Consejo de Seguridad de la ONU, no se aprueba.

Abbas señaló también que su deseo para la Navidad es que se concrete la "justicia" para su pueblo, ya que sin esa condición fracasará cualquier iniciativa de paz. Con motivo de las festividades, la OLP difundió un video de animación titulado Todo lo que quiero estas vacaciones es justicia, el que muestra a una pareja de turistas cristianos viajando a Belén para celebrar la Navidad. Las imágenes dan a conocer exhaustivos controles de seguridad israelíes e incluso señalan que existe la posibilidad de ser rechazado por "razones de seguridad". Sin embargo, un portavoz de la policía israelí dijo a la agencia Efe que todos los pasos estarán abiertos con motivo de las fiestas, y "cualquier creyente cristiano que quiera llegar a Belén, Jerusalén y Nazaret puede hacerlo".

Este clima de tensión comenzó en junio durante el conflicto en Gaza, que terminó con un cese el fuego en agosto pasado. Sin embargo, la violencia no se detuvo con el acuerdo y a mediados de octubre una serie de atropellos y ataques a judíos en Jerusalén (ubicada a unos nueve kilómetros al norte de Belén) dejaron al menos 10 muertos, mientras que por el lado palestino murieron al menos unas 12 personas. La ola de violencia llegó a tal punto que el temor de un gran levantamiento palestino o una tercera intifada creció en Israel y en la comunidad internacional.

Según el sitio web euronews, el temor a que se produzcan disturbios ha hecho que unos 500 policías estén resguardando la seguridad de Belén.

Sin embargo, el conflicto ha gatillado en una caída de los turistas, que por estas fechas llegan desde distintas partes del mundo y se estima que la baja sería de 1%. De acuerdo con el diario USA Today, antes de que estallara la violencia los funcionarios israelíes reportaron un aumento de 17% en el número de turistas en 2013, mientras que los funcionarios palestinos anunciaron un alza de 19%. En total, más de 2,5 millones de personas visitaron Cisjordania y Jerusalén Este en 2014, 3,5 millones visitaron Israel, incluyendo Jerusalén Este.

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