Benjamín Alvarado: "Sé que hay que sangrar para ganar"

El deportista, de 27 años, se convirtió en el primer chileno en clasificar al PGA, el circuito de golf más importante del mundo.




Benjamín Alvarado respira tranquilo. Desde que en abril ganara el Brasil Classic, del Web.com Tour, sabía que el paso al PGA era cosa de tiempo, pues los 25 mejores del ranking clasificarían. Ese plazo llegó ayer, con el término de la temporada regular y su 19º puesto definitivo en el ranking.

Pero esto no es algo que intentara este año.

A principios de temporada me preparaba para disputar el PGA Latinoamérica y con lo de Brasil llego al PGA. Creo que todo se da cuando uno trabaja fuerte. Fue un sueño de todos. Todos luchamos para esto y se logra diciendo siempre, cada vez que veía el PGA por la tele, 'yo voy a estar ahí'. Uno no pierde nada con soñar. Creo que no hay posibilidades si no se sueña. En el Web.com gané porque mentalmente estaba muy preparado, porque pasé por cosas difíciles, porque sé que hay que sangrar para ganar.

Hubo momentos complicados en su carrera, como cuando pese a problemas económicos, su padre no quiso renunciar al Club de Polo, para que usted siguiera jugando; o de cuando las lesiones en las rodillas lo tuvieron al borde del retiro. 

Todos esos momentos difíciles me hicieron más fuerte. Cuando era chico y ganaba todo, pensaba que todo era fácil y que a los 20 años iba a estar jugando en el PGA. Pero de a poco uno se va dando cuenta de que es más difícil. Es un objetivo de mucho tiempo, desde que tenía 10 años, se los comentaba a los amigos, a mi mamá le decía 'no me voy a quedar tranquilo hasta verme en el PGA'. Yo era el más bajo y me sentía en desventaja, encima, le pegaba despacio a la pelota, pero por dentro decía 'les voy a ganar', fuera una apuesta por 200 pesos o por un título. Cuando estuve con (el profesor) Hugo Contreras, a los  12, 13 años, hablábamos de que teníamos que planificar esta carrera para ser el primer chileno en el PGA.

Es como una filosofía que tenía desde niño...

Mi fuerza mental siempre ha sido: no quiero que nada me pare, no tengo nada que perder, voy a hacer todo lo posible por llegar donde quiero, desde dejar amigos, vida familiar, pasar la Navidad solo a los 14 o 15 años. Si a los 40 años me retiraba sin lograrlo, por lo menos diría 'me la jugué bien'.

¿Igualmente disputará los Finals del Web.com? Cada torneo reparte un millón de dólares.

Sí, juegan los 75 mejores del circuito con los jugadores del PGA entre los lugares 126 y 200. Si me va bien, me servirá para mejorar la tarjeta y entrar directo a más campeonatos en 2014.

¿Tiene previsto cuándo comenzará el PGA Tour?

Hay una especie de pretemporada, que parte en octubre. Iré a un par de torneos, que dan pocos puntos, pero me sirve para calentar, porque quiero estar al ciento por ciento para Hawai, el primer campeonato fuerte de 2014.

¿Se radicará en Estados Unidos?

Tengo listo el departamento que arrendaremos con mi señora en Orlando, frente al club Grand Cypress, del que me hice socio.

Ahora sus rivales serán Tiger Woods, Phil Mickelson...

Quince años después de tanto trabajo puedo llegar a la cancha y no mirar a los jugadores como ídolos, sino como rivales.

¿Cuáles serán sus objetivos en este primer año?

Lo más duro está por venir. Hay que ganar mucha plata, aunque también hay mucha en juego. No hay que desesperarse. De los 25 que clasificamos, sólo dos éramos novatos en el Web.com, los demás tienen mucha más experiencia.

Este año jugó muchos tornes y eso le pasó la cuenta...

Este año jugué 32 campeonatos en 38 semanas, es un exceso, pero eso pasó porque no tenía nada fijo. no podía armar mi calendario. Sé que entro directo a unos 20 o 25 torneos, voy a poder ordenar bien y tratar de jugar tres semanas y descansar dos, o cuatro y dos y no darle siete semanas seguidas.

¿Ha visto la opción de entrar a majors? ¿Ve el PGA Championship como menos complicado?

Creo que es más factible ir al US Open, pues por ser del PGA me salto fases de la clasificación y allí pasan 30 de 100. El Masters es muy encima y para el PGA Championship hay que estar top 100 del mundo y eso no es fácil.

¿Hará algún tipo de cambio respecto de su juego?

Conozco muchos entrenadores y el mío, Eduardo Miquel, está a un nivel mundial y si con él llegué al PGA, por qué cambiar. Espero que viaje a verme y yo también iré a Chile, para hacer cosas con los sponsors, y ahí nos veremos. Más que cambios serán ajustes. Es como una revisión técnica del auto. Mi swing es el que me llevó al PGA. Estuve jugando muy bien, pero el cansancio a uno le empieza a hacer cambios físicos, perdí seis kilos.

Seguramente subirá en el ranking mundial. ¿Le interesa pelearle el número uno de Chile a Felipe Aguilar o ser el mejor latinoamericano? 

No es un objetivo para mí ser el mejor latino, mi objetivo es llegar al PGA Tour y si el 'Pato' Cabrera está más arriba, me da lo mismo.

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