Benjamín Herrera, con los pies en la tierra

Benjamín Herrera

El piloto nacional festeja su oro en el Six Days, se ilusiona con el Mundial de Superenduro y piensa en un cambio al rally. Pero todo con mesura.




El año 2016 ha sido bastante positivo para Benjamín Herrera. El motociclista nacional está cerrando una campaña de buenos resultados, con el título del Nacional de Enduro y el oro en el Six Days de Navarra, el tercero que logra en su carrera.

Y 2016 promete más, porque el Mundial de Superenduro FIM que comienza en diciembre en Polonia asoma en el horizonte del piloto de 22 años.

Herrera, aunque dice que está feliz por la medalla dorada en la clase E1 por su noveno puesto y a su tiempo que quedó entre el 10 por ciento superior al ganador de la prueba, no se nota de esa forma. Sus razones tiene.

"Siempre es positivo, ya sea por terminarlo y ser el mejor chileno, el mejor latino y tener un oro, pero uno quiere un poco más. Había entrenado harto y hubo errores que me dejaron bajoneado. Igual fue mi mejor Six Days", reconoce Herrera.

¿Qué lo bajoneó? "La preparación como equipo no fue la adecuada. Lo estamos viendo a nivel particular, pero como equipo no estuvimos bien. Faltó infraestructura, más apoyo de logística. Comparado con otros equipos y países, íbamos súper pobres. Podríamos tener un poco más de profesionalismo".

La crítica apunta a la Federación de Motociclismo de Chile, aunque "igual tenemos buena onda con ellos. Nos apoyan en los trámites, los papeleos y gestiones. Pero económicamente no están bien y ahí la culpa es general".

Pese a todos los inconvenientes, nadie le borrará lo positivo a Herrera por el tercer oro, siendo el chileno con más preseas doradas en Six Days junto a Esteban Lanz. "Este oro es importante porque lograrlo en Europa es un poco más difícil de obtener. Siempre estuve en el rango del oro, no peligré nunca y eso me deja contento. Quizá pude haber peleado más arriba, pero de todas maneras estoy contento", asegura.

Pero el año le deparaba una mejor noticia, según la catalogó el oriundo de Talca. "Corrí este año el mundial de Superenduro y firmé un contrato con el equipo alemán Lowo para correr completo el Mundial 2016-17, que comienza en diciembre. Si lo hago bien y con el equipo que tengo, se pueden lograr buenos resultados", analiza el piloto. Serán cuatro fechas entre diciembre y marzo por Polonia, Alemania, España y Francia.

Herrera sabe que la chance podría abrir puertas para continuar su carrera internacionalmente, pero no se ilusiona mucho. "Siempre ha sido difícil el tema de las lucas, porque estamos lejos de Europa, que concentra todo. Pero con los resultados del año pasado y de éste, creo que no habría problemas en concretar un par de campeonatos en Europa aparte del Mundial y de lo que hago en Chile, donde tengo todos mis auspiciadores", advierte.

Dakar y Chile

El que Herrera sea mesurado con el futuro es parte de su forma de ser. Por eso es que, cuando se le habla del futuro, no se proyecta mucho más de lo que tiene asegurado. Pero siempre arriba de las dos ruedas.

El Dakar está en esos planes próximos.

"En las motos no hay nada escrito, pero no me volveré loco ni me calentaré la cabeza por nada. Tengo mis objetivos claros. Si se da pasar del enduro al cross country o al raid, bien", indica, aunque pone una ventaja para un eventual cambio: "Ganar algo a nivel mundial es un poco más fácil en el rally que en el enduro".

¿Correr el Dakar? Dice que "lo he pensado, he hablado con otros chilenos que estuvieron ahí y que corren enduro, lo he comentado con Chaleco López, pero nada más. El Dakar no se parece a lo que hago yo, que es más técnico y de baja velocidad, pero a mí me encantaría probar el rally y meterme en carreras un poco más rápidas".

Por mientras, el enduro sigue siendo su presente y su ilusión ("sueño con ganar un mundial en esto antes"), especialmente después de vencer en Chile, donde, a su juicio, hay buen nivel, aunque con ciertos ripios.

"Llegan a ser muy buenos hasta cierto punto, luego decaen. Es difícil mantener la disciplina y el profesionalismo, hay muchas distracciones, las fiestas... Veo a los extranjeros y ellos son más fríos en eso, nosotros somos más apegados a la familia. Es difícil dejar de lado todo eso cuando eres profesional", sentencia.

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