Bernanke hizo un llamado a países con alto superávit a dejar que sus divisas se aprecien

En su intervención en la reunión de ministros de finanzas del G-20 el presidente de la Fed también pidió a países con constante déficit comercial, como Estados Unidos, que reduzcan su déficit presupuestal y que ahorren más.<br><br>




El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, exhortó el viernes a los países con enorme superávit, como China, a que permitan que sus divisas aumenten de valor frente a otras para tratar de evitar otra crisis financiera global.

El jefe del banco central estadounidense también pidió a países con constante déficit comercial, como Estados Unidos, que reduzcan su déficit presupuestal y que ahorren más. Ambos pasos ayudarían a equilibrar los flujos comerciales y de inversiones entre países, dijo Bernanke como parte de un discurso para una conferencia financiera en París.

A muchos países les preocupa que sus economías se vean inundadas por un flujo de capitales especulativos y activos inflacionarios, como bienes raíces y acciones. "Ninguno de estos cambios será fácil o inmediato", aseguró Bernanke.

El flujo de capital era uno de los temas a tratar por el Grupo de los 20 países industrializados y emergentes una vez que sostengan sus reuniones el viernes por la tarde y el sábado. Tanto Bernanke como el secretario del Tesoro Timothy Geithner representan a Estados Unidos.

El presidente de la Reserva Federal no se refirió a ningún país en especial, pero en una clara referencia a China pidió a aquellas naciones con grandes superávit comerciales que permitan que sus divisas se revalúen libremente, que alienten a los consumidores a gastar más y apoyarse menos en el crecimiento basado en las exportaciones. De la misma forma, Bernanke sostuvo que países con déficit comercial considerable deben reducir los gastos de gobierno conforme avanza el tiempo, en clara referencia a Estados Unidos.

El tono usado por el representante de la Fed fue más suave en comparación con el que usó durante uno de sus discursos de mediados de noviembre. En ese entonces, contraatacó a China y a otros críticos en el mundo por cuestionar el programa del organismo estadounidense de US$600.000 millones para la compra de bonos del Tesoro.

La Fed pretende que esas compras permitirán reducir las tasas de interés, eleven los precios de las acciones y estimule un mayor gasto de parte de consumidores y empresarios estadounidenses. Quienes lo critican han dicho que la compra de bonos ayudaría al final a alimentar la inflación o la inversión especulativa.

China y otros países consideraron que las adquisiciones son una confabulación para devaluar el dólar y darle a los exportadores estadounidenses una ventaja injusta. Un dólar devaluado abarata las exportaciones estadounidenses y encarece los productos que importa Estados Unidos.

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