Brasil: Nueva denuncia complica más la situación de ex presidente José Sarney
El hijo del ex mandatario, y ahora presidente del Senado, es investigado por fraude y tráfico de influencias.<br />
La delicada situación política del presidente del Senado brasileño, José Sarney, se complicó aún más hoy, luego de que la prensa revelara que uno de sus hijos fue acusado por la Policía Federal por varios delitos, entre ellos el de falsificar documentos para beneficiar a empresas en contratos con el Estado.
Según el diario "Folha de Sao Paulo", el empresario Fernando Sarney fue acusado, además, por los delitos de asociación criminal, lavado de dinero y gestión irregular de institución financiera, en base a una investigación iniciada en 2006, para verificar sospechas de financiamiento irregular de la campaña de su hermana Roseana Sarney a gobernadora del estado de Maranhao.
La Policía Federal inició las investigaciones para aclarar las sospechas que rodeaban dos retiradas bancarias por un total equivalente a un millón de dólares realizadas por el empresario los días 25 y 26 de octubre de 2006, en vísperas de la segunda ronda de las elecciones para la gobernación del estado.
Gracias a una autorización judicial, los agentes pudieron monitorear llamadas telefónicas e intercambios de mensajes electrónicos de Sarney, y con ello detectaron indicios de que el hijo del senador y ex presidente de Brasil (1985-1990) comandó fraudes para beneficiar a empresas privadas en licitaciones realizadas por varios entes estatales del país.
TRAFICO DE INFLUENCIAS
Según el diario "O Estado de Sao Paulo", las grabaciones revelaron además otra irregularidad: las gestiones realizadas por el hijo del presidente del Senado para lograr el nombramiento del novio de su hija para un puesto de funcionario de la Cámara Alta.
Las nuevas denuncias se suman a una serie de acusaciones de irregularidades lanzadas contra Sarney desde junio pasado, y que llevaron a cuatro partidos políticos de oposición, y a algunos de los correligionarios del presidente del Senado en el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), a demandar su renuncia.
Sarney, sin embargo, se niega a abandonar el cargo, y para ello cuenta con el sólido apoyo del presidente Luiz Inacio Lula da Silva, de quien es un íntimo aliado.
La ola de denuncias se inició el mes pasado, cuando se reveló la existencia en el Senado de un esquema ilegal de emisión de actos secretos, mediante los cuales la casa legislativa aumentó sueldos, contrató a familiares de los legisladores y otorgó privilegios a funcionarios sin rendir cuentas a la sociedad.
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