El bus que trasladó el debate a la calle

"¿La sexualidad humana es una costumbre? ¿Usted eligió ser heterosexual acaso?" "¡Por un 1% de la población quieren ´pervertir´ al otro 99% de niños!" "¿Y si su hijo fuera trans? ¿No lo educaría entonces?", esos eran algunos de los acalorados argumentos que se podían escuchar hoy en el centro de Santiago, entre los manifestantes a favor y en contra del "Bus de la Libertad" que recorrió la Alameda en medio de una tensa jornada de enfrentamientos entre adherentes y opositores, la que dejó personas lesionadas y 35 detenidos.

La llegada del "Bus de la Libertad" es parte de una campaña de la organización CitizenGO Chile, Padres Objetores de Chile y el Observatorio Legislativo Cristiano, quienes llegaron hasta La Moneda para entregar 25 mil firmas a favor de una educación "libre de ideología de género".

El bus ya había generado polémica en su paso por países como México, Estados Unidos y España, y Chile no fue la excepción.

Desde temprano, grupos y organizaciones en defensa de la diversidad sexual, como el Movilh e Iguales llegaron hasta La Moneda para manifestarse en contra de sus mensajes. Allí, comenzaron las discusiones con los adherentes al bus, algunos manifestantes incluso comenzaron a dar patadas y rayar el vehículo, que iba escoltado por Carabineros.

"Les advertimos que el bus donde pasa provoca violencia y eso fue lo que pasó. No por nosotros, sino que por grupos evangélicos y católicos que nos agredieron en La Moneda, mientras nos gritaban pedófilos, asesinos y terroristas", dijo Rolando Jiménez, vocero del Movilh.

Como símbolo de protesta en contra del bus, el Movilh sacó a las calles un bus azul con frases a favor de la inclusión , al que llamaron "Bus de la Diversidad". La intención era seguir el mismo recorrido que el "Bus de la Libertad", pero según explicó Jiménez, no fue posible.

"Cuando intentamos cruzar la Alameda para seguirlos, Carabineros nos bloqueó el paso", señaló . "Nos pareció muy tibia la postura del Ejecutivo. Se protegió un bus que promueve el odio, la intolerancia, la transfobia y se reprimió a una organización que ha luchado siempre por las herramientas de la paz", agregó.

Por su parte, Marcela Aranda, del Observatorio Legislativo Cristiano, destacó que "se han cumplido todos los objetivos que tenía el bus, que era visibilizar algo que estaba siendo legislado en cuatro paredes (...) hemos dado una muestra a la ciudadanía de no discriminación arbitraria, no hemos incitado al odio, muy por el contrario".

Hoy, algunos edificios, como el de la Central Unitaria de Trabajadores y la facultad de derecho de la Universidad de Chile desplegaron la bandera de la diversidad sexual.

A pesar de que la atención estuvo concentrada en el tránsito del "Bus de la Libertad", otras tres manifestaciones se realizaban paralelamente alrededor de La Moneda (ver recuadros). Pese a que todos lo hacían con fines distintos, los sonidos de tambores, gritos y silbidos se mezclaban en la calle.

Tras el paso del bus, varios grupos de opositores y adherentes se quedaron discutiendo frente a La Moneda.

Uno de ellos fue Patricio Martínez, quien opinó que "se quiere llevar una ideología a los colegios, para enseñar con libertad a los niños sobre sexualidad lésbica y homosexual. El Bus es un tremendo aporte porque está visibilizando las consecuencias de las leyes que el gobierno quiere meter por debajo de la mesa".

A unos pasos de él, Manuel (26), un joven que trabaja cerca del lugar, sostenía un cartel en el que se leía "Todos somos uno", y quien dijo que "sentí la motivación de venir a manifestar un mensaje de amor. El bus es un acto agresivo contra las personas que tienen una condición sexual diferente".

Al término de la jornada Fuerzas Especiales dispersó a los protestantes con carros lanza agua, quienes se trasladaron al sector de Bellas Artes. Tras las manifestaciones, fueron detenidos 23 hombres, 10 mujeres y dos menores.