Cable a Tierra: Lie To Me, la receta bien aplicada

La serie protagonizada por Tim Roth debuta el lunes a las 22 horas.




Pareciera que Hollywood se pone de acuerdo, porque cada cierto tiempo, un tipo de serie se pone de moda. Y por estos días es el turno de los programas con protagonistas excéntricos con habilidades casi sobrenaturales para resolver casos o crímenes. Es el caso de shows como Dr. House o The Mentalist. Y es también la categoría donde se inscribe Lie To Me, la nueva serie que Fox estrena el lunes a las 22 horas.

Esta vez se trata del Dr. Cal Lightman, un experto en leer expresiones faciales, que gracias a sus habilidades puede adivinar, más allá de cualquier verosimilitud, si alguien está mintiendo o no, además de distinguir otras emociones en sus rostros. Y, como no, el personaje interpretado por Tim Roth utiliza sus talentos para resolver crímenes, descubrir engaños y una serie de otras aplicaciones que canaliza a través de la empresa que fundó con ese propósito. Lightman cumple, además, con otro requisito del sub género: tiene un pasado turbio, con secretos sin revelar.

¿Dónde, entonces, está la gracia? En cómo se aplica la receta. Porque donde Mental, otra serie nueva que se inscribe en esta misma tendencia y que exhibe este mismo canal, no logró mezclar la fórmula de manera efectiva, al menos en el piloto, Lie To Me resulta exitoso.

Aquí, Tim Roth demuestra toda su experiencia acumulada y de entrada da con el tono preciso para su personaje y da muestras de que será capaz de sostener la serie sobre sus hombros. Las explicaciones que se dan a lo largo del episodio cumplen con sentar las bases para que uno suspenda la incredulidad de buena gana y se entregue a este mundo donde Lightman puede saber quién miente con tan sólo mirarlos sin mayores problemas y sin culpas.

Además, si siguen como en el piloto, los casos no resultan demasiado predecibles. Incluso en el capítulo debut tuvieron un par de giros interesantes. Hubo problemas: vicios clásicos de este tipo de series, como un fiscal demasiado villano cuya existencia en la trama no tenía más motivo ni explicación que entorpecer gratuitamente el trabajo de los protagonistas. Y los personajes secundarios también son tarea pendiente, pero ahí hay potencial: si se les da espacio para crecer y consolidarse, podrían resultar un buen complemento y darle aire a la historia. De lo contrario, no irán mucho más allá de comparsa de Tim Roth. Pero en la suma y en la resta, Lie To Me resulta de esas series que aunque no producen adicción, siempre son un gusto de ver.

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