Cadáveres de las tres rehenes muertas en Yemen llegan a Saná

Los cuerpos de las dos enfermeras alemanas y la profesora coreana serán sometidos a una autopsia y después entregados a sus países de origen.




Los restos mortales de las tres mujeres asesinadas por un grupo de secuestradores en la provincia yemení de Saada llegaron hoy en helicóptero a la capital Saná, informaron testigos presenciales en el aeropuerto de la ciudad.

Según el Ministerio de Sanidad del país, los cuerpos de las dos enfermeras alemanas y la profesora coreana serán sometidos a una autopsia y después entregados a sus países de origen, mientras sigue sin saberse nada de los otros seis rehenes que continúan desaparecidos.

El ministro alemán de Relaciones Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, confirmó hoy la muerte de las dos enfermeras alemanas secuestradas el viernes junto con otros siete extranjeros al norte de la capital yemení.

Las dos mujeres y una maestra coreana que trabajaba con ellas en un hospital fueron secuestradas con otros cinco alemanes, todos ellos miembros de una misma familia, y un ingeniero británico de 45 años.

Los cadáveres de las tres mujeres -las dos enfermeras alemanas y la maestra coreana- fueron hallados el lunes en el valle de Nushur, cerca de la localidad de Akwan. Las tres trabajaban para la organización de beneficencia Worldwide Services en el hospital de Al Yumhuri, en la ciudad de Saada.

"Lamentablemente tenemos que dar por sentado que hay dos alemanas entre las víctimas", dijo esta mañana el jefe de la diplomacia alemana en Berlín sin dar detalles sobre su muerte. Además, el gobierno de la canciller Angela Merkel da por hecho que los otros cinco alemanes desaparecidos "se encuentran en manos de violentos sin escrúpulos", agregó.

Un equipo de expertos alemanes llegó hoy a Saná y se espera un segundo, en el que habrá también médicos, informó un funcionario yemení de las fuerzas de seguridad. Su misión, como había explicado Steinmeier, será realizar los trabajos de identificación de los cuerpos.

De momento nadie se ha atribuido el secuestro y asesinato de las mujeres. El gobierno yemení cree que los autores son los rebeldes chiítas Houthi, que tienen su bastión en Saada. Sin embargo, los insurgentes lo niegan.

El gobernador de la provincia de Saada prometió mientras tanto una recompensa de unos 18.000 euros para quien aporte pistas sobre el paradero de los rehenes.

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