Candidata que fue tercera en elecciones colombianas: "Quisiera que Zuluaga le dé un espacio a la negociación con las Farc"

El buen desempeño de la candidata del Partido Conservador, Marta Lucía Ramírez, en la primera vuelta de las elecciones colombianas el domingo pasado, al obtener 15,5% de los votos, la ha convertido en uno de los personajes políticos del momento. Esto, porque tanto el Presidente Juan Manuel Santos como el uribista Oscar Iván Zuluaga se pelean sus votos para ganar el balotaje del 15 de junio próximo. En medio de las negociaciones que se llevan a cabo al interior de su partido, La Tercera conversó con ella mientras se dirigía en un auto a una reunión con senadores.

Se ha asumido que usted respaldará al candidato Oscar Zuluaga, por la cercanía que ustedes tienen. Sin embargo, algunos en su partido respaldan a Santos.

Tengo con él (Oscar Iván Zuluaga) una cercanía personal, como también la tengo con el Presidente Juan Manuel Santos. Con ambos he trabajado. Con el mandatario trabajé en dos oportunidades, en los mismos gabinetes, y con Zuluaga en el gabinete del Presidente (Alvaro) Uribe. Mi tema no es un asunto personal, mi tema es una gran convicción desde la institucionalidad, que le garantice un futuro de largo plazo a Colombia, una institucionalidad más fuerte y una capacidad del Estado de darle a nuestro país la vida, la libertad, el desarrollo económico, el acceso a la educación de los jóvenes y el empleo.

¿Usted y su partido ya tienen una claridad sobre a quién respaldarán en la segunda vuelta?

No. Nosotros, por encima de todo, tenemos que tomar la decisión que más le convenga al futuro de Colombia. Nosotros lo que queremos es que el próximo gobierno incorpore en su agenda programática los temas que habíamos planteado en nuestra campaña: la lucha contra la corrupción, una política que garantice la protección de los colombianos, una política de reforma a la justicia, que garantice una justicia pronta y eficaz, una política que nos garantice abrir las puertas a la educación para todos los colombianos. Y, por último, el tema de la paz, en el entendido de que una negociación con las Farc para terminar el conflicto tiene que hacerse desde una posición de fuerza del Estado colombiano, jamás en una posición de debilidad.

¿A qué se refiere con una posición de fuerza?

A que el Estado colombiano tiene que imponer siempre la justicia, la garantía de que cualquier negociación le dé al pueblo la garantía de que hay verdad y justicia, y que no se va a repetir lo que vive Colombia con los grupos ilegales.

¿Está de acuerdo con las declaraciones de Oscar Iván Zuluaga de suspender la mesa de negociación?

Yo quisiera que el doctor Zuluaga le dé un espacio a la negociación. Ojalá entienda que el compromiso de continuar una negociación tiene que hacerse siempre bajo el compromiso de que las Farc suspendan de inmediato cualquier tipo de delito que vaya en contra de los derechos humanos, como el reclutamiento de niños. Si las Farc aceptan suspender ese tipo de delitos, creería que debería tratar de continuar esa negociación. Me parece que cerrar totalmente el espacio a una negociación es un error.

¿Qué es lo que les preocupa a los colombianos, según usted?

A los colombianos les preocupa el deterioro en materia de seguridad durante el gobierno del Presidente Santos. Por otra parte, preocupa la incertidumbre sobre cuál es el rumbo que están tomando las negociaciones de paz. Porque todos los que queremos que el conflicto armado se termine en Colombia, queremos tener la garantía de que esto no abrirá la puerta, en el futuro, a que la guerrilla termine poniendo la agenda de Colombia, ni haciendo las instituciones a imagen y semejanza de lo que ellos creen para este país.

¿Cuáles son los efectos que puede tener esta "guerra sucia" que se vivió en la primera vuelta y que se espera se acentúe en la segunda?

Es totalmente desafortunado, es completamente inaceptable, porque esto mina la confianza de los colombianos en la clase política. Mina la confianza de las instituciones, nosotros queremos una institucionalidad política que se gane el respeto y la confianza. Lo que quiso hacer nuestra campaña fue colocar una altura de poner siempre presente que los temas del país, los temas de la gente, tienen que estar por encima de la necesidad política.