Carabineros: guardias de seguridad superan los 99 mil en todo el país

Certificado médico, de antecedentes, informes comerciales y una copia de la cédula nacional de identidad. Esos son los documentos que deben presentar los alumnos de las empresas capacitadoras que quieran transformarse en guardias de seguridad o vigilantes (estos últimos portan armas y cuidan camiones de valores o bancos, por ejemplo). Así lo establece un oficio enviado el 5 de junio por la secretaría general de Carabineros al diputado RN Gonzalo Fuenzalida.

En el texto, el Departamento OS-10 (encargado de supervisar la seguridad privada), de la policía uniformada, se refiere al número de guardias registrados, cómo opera el proceso para obtener una certificación y cuál es el número de infracciones que se les cursaron en 2016.

El documento, al que accedió La Tercera, señala que al 31 de diciembre del año pasado, Carabineros tenía 99.018 guardias acreditados. Respecto de los vigilantes, el número es mucho menor: un total de 8.577.

En cuanto al proceso para convertirse en agentes de seguridad privados, el texto explica que los aspirantes deben desembolsar cerca de $ 17 mil para pagar una serie de trámites. Una vez que el OS-10 recibe sus antecedentes, los revisa y calendariza una fecha para tomar una prueba. "El examen, tanto escrito como digital, consta de 50 preguntas con verdadero o falso, y para su aprobación se deberá responder correctamente a lo menos 30 de ellas, lo que equivale a un 60%", dice el oficio.

En la Asociación de Empresas de Seguridad Privada y Transportes de Valores (Aseva) señalaron que para ser guardia es necesario ser mayor de edad, haber cursado octavo básico y pasar el examen habilitante de la policía. "Nuestras empresas, antes de contratar a alguien, se encargan de revisar sus antecedentes y confirmar su idoneidad para asumir el cargo", indicaron .

El documento da cuenta de que en Chile son 1.745 las firmas que están acreditadas por Carabineros para capacitar guardias y vigilantes. ¿Cuántos ingresos obtuvo la policía en 2016 por examinar los cursos de formación y perfeccionamiento de guardia? Supuestamente, más de $342 millones.

Uno de los antecedentes que contiene el documento se refiere a las infracciones cursadas a entidades que mantienen servicios de guardias.

Si bien Carabineros advierte que ellos no multan, sino que notifican por escrito los incumplimientos a la normativa vigente, subrayan que en 2016 las autoridades fiscalizadoras sancionaron a 7.649 organismos.

El mayor Rodrigo Gangas, del OS-10, explica que gran parte de las infracciones están relacionadas con que las empresas de seguridad contratan guardias sin credencial o que no han renovado su certificación.

Al respecto, Aseva manifiesta que "muchas de esas infracciones se relacionan a veces con hechos de muy baja gravedad, y más bien doméstico, como que los guardias no portan su credencial, lo cual como gremio les exigimos, pero a veces escapa de nuestras manos (...) Cuando las infracciones recibidas se originan en faltas graves por parte de los guardias, nuestros asociados cuentan con políticas internas que van en línea a la responsabilidad con la sociedad y nuestra función. En ese sentido, tomamos las máximas medidas necesarias, siempre y cuando estén dentro de las permitidas por la legislación laboral vigente".

Sobre la capacitación, el oficial Gangas apunta que para transformarse en guardia hay que aprobar un curso que dura 90 horas y para ser vigilante uno de 100. Eso sí, para obtener esta última acreditación se debe haber hecho el servicio militar o ser ex uniformado.

"Hay que hacer una diferencia entre vigilante, que transporta valores, usa arma, tiene conocimientos en defensa personal y debe acreditarse cada dos años. Los guardias, en cambio, se certifican cada tres", señaló el mayor, quien agregó que "entre un 50% y 60% de las personas que trabaja en esto estuvo en el Ejército, la Armada, Carabineros o la PDI".

El director ejecutivo de la Fundación Ciudadano Seguro, David Rozowsky, dijo que este rubro presenta problemas. "Se necesita una mejor normativa y capacitación para este tipo de personal", explicó. Y añadió que la formación está más relacionada con sus deberes legales y los derechos de los demás. "Les falta entrenamiento físico, manejo de crisis y emergencia", señaló.

El diputado RN Gonzalo Fuenzalida indicó que "la fiscalización es bastante deficiente, porque tenemos un misceláneo de decretos que regulan la seguridad privada y hay una ley que duerme en el Senado desde hace siete años. En segundo lugar, necesitamos establecer distintos niveles de seguridad, porque no puede ser lo mismo un guardia que cuide un condominio a uno que esté destinado a cautelar un evento deportivo de alta convocatoria. Deben ser capacitaciones distintas".

Agregó que el tema de los vigilantes hay que regularlo "de distinta manera, porque no es posible que las empresas deban tener sus propios funcionarios y este servicio no pueda ser entregado por terceros. Hoy un banco debe tener sus propios guardias y su propia armería. Urge tener una regulación, un rayado de cancha".

El diputado de la comisión de Seguridad Ciudadana de la Cámara, Gabriel Silber, manifestó que deberían ser capacitados, al menos, una vez por año. "Una persona que maneja armas debe tener conocimientos siempre al día sobre su uso y responsabilidad al portarlas".

Desde Aseva indicaron que "a la fecha, esta normativa carece de especificidad en el sector de guardias de seguridad, ya que no hace alguna distinción entre trabajadores de distintas industrias. En ese sentido, en ocasiones resulta más complicado tomar amonestaciones mayores en caso de requerirlo. Queremos recalcar que como asociación somos los más interesados en que se cumpla la normativa actual y que los guardias desempeñen de la mejor manera su labor".