El carcelero de las Farc sale en libertad

Ingrid Betancourt

"Martín Sombra" estuvo 40 años en la guerrilla, fue guardián de Ingrid Betancourt y Clara Rojas durante su cautiverio y cometió más de 100 delitos. La semana pasada salió en libertad condicional y espera acogerse a la Justicia Especial para la Paz.




Se ganó el repudio internacional cuando apareció vinculado a la desaparición de Emmanuel, el hijo de Clara Rojas. La ex compañera de fórmula de Ingrid Betancourt estuvo seis años secuestrada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc). En 2005 le quitaron a su hijo, que nació en cautiverio, y sólo se reencontró con él tres años después. El niño, que contrajo una enfermedad, fue entregado a un campesino, quien más tarde lo llevó a Bienestar Familiar del Estado, al cuidado de una madre sustituta. Fue Helí Mejía Mendoza, más conocido como "Martín Sombra", quien decidió el destino de Emmanuel. También quien le negó a Rojas entregarle su hijo a su madre para que asumiera el cuidado y quien manejó el castigo del padre del menor Emmanuel en la selva, que fue fusilado.

"Martín Sombra" debería cumplir 200 años en prisión. Es conocido por ser el "carcelero de los canjeables", guardián de grandes figuras secuestradas por la guerrilla, como la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, Clara Rojas y el ex gobernador del Meta, Alan Jara, entre otros. Se le atribuyen una serie de atentados. Y, además, se le responsabiliza de al menos 40 tomas guerrilleras, entre ellas la de la ciudad de Mitú (30 muertos y 61 secuestrados), de Puerto Rico (cinco muertos y 28 secuestrados), La Uribe (29 muertos y siete secuestrados) y El Billar (64 muertos y 43 secuestrados), ocurridas entre 1998 y 1999.

Al guerrillero le imputaron 70 homicidios, 27 secuestros, 51 reclutamientos forzados, 15 desapariciones, cargos por desplazamiento, porte de armas y otros delitos. Ha sido reiteradamente acusado de maltrato contra los secuestrados, algo que ha negado.

Y ahora, "Martín Sombra", de 79 años, se convirtió en el guerrillero de más alto rango en ser admitido dentro de la Justicia Especial para la Paz (JEP), órgano judicial que busca esclarecer y sancionar las violaciones a los DD.HH., pero que también considera la amnistía para los guerrilleros. La JEP fue establecida en el marco del Acuerdo de Paz firmado entre la guerrilla y el gobierno de Juan Manuel Santos en 2015. Mejía Mendoza cumple con los requisitos establecidos para ampararse de la JEP: acreditó su pertenencia a las Farc, sus delitos fueron cometidos antes del 1 de diciembre de 2016 y lleva preso más de cinco años. A eso se suma que ha pedido perdón a las víctimas varias veces.

Luego de pasar nueve años y cuatro meses en la cárcel Picota de Bogotá, el jueves, el Tribunal Superior de la capital le concedió al ex carcelero la libertad condicional. Se había acogido en un principio en la Ley de Justicia y Paz -establecida por Alvaro Uribe en 2005 y que fija penas de entre cinco y ocho años de prisión a cambio de verdad, justicia y reparación-, pero renunció a ella para que su proceso pase al JEP, algo que no tiene antecedentes.

Pero, según el diario El Espectador, aún tendrá que estar disponible para presentarse en el Tribunal de Paz para rendir cuentas.

"Martín Sombra" fue capturado en 2008, cuando llegaba de un viaje a Venezuela. Su detención, un duro golpe para la guerrilla, se dio meses antes de que se llevara a cabo la Operación Jaque, la que logró liberar a 15 secuestrados, entre ellos Betancourt.

El carcelero estuvo 40 años dentro de la guerrilla, donde fue uno de los primeros comandantes del Bloque Oriental de las Farc, uno de los más violentos del grupo armado. Fundó siete frentes, fue cercano al "Mono Jojoy", miembro del secretariado de las Farc, y fue uno de los hombres de confianza de "Tirofijo", cofundador de las Farc y comandante en jefe.

Mejía Mendoza se unió muy joven a la guerrilla, luego del asesinato de su madre y tras el ingreso de su padre a las Farc.

"No era un hombre de la elite en la dirigencia de las Farc, no era un jefe político, era un hombre de toda confianza de parte del secretariado de las Farc. Fue un soldado muy osado y valeroso, que aceptaba sin protestar todas las órdenes que le daban", dijo a La Tercera el periodista colombiano Jorge Enrique Botero, quien vivió con las Farc y conoció a "Martín Sombra".

Según el periodista, el guerrillero tenía escasos estudios académicos y tuvo a cargo más de 500 prisioneros en alguna de época de las Farc. Pero, según Botero, "siempre tenía anécdotas para contar, no solo relataba historias de guerra, sino que también tocaba la guitarra".

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