Central de Endesa será la primera iniciativa eléctrica en someterse a consulta indígena
Los pueblos originarios y el SEA de la Región de Los Ríos tienen 90 días para acordar los criterios de la consulta sobre la central eléctrica Neltume. El sector mira con inquietud este proceso, incluido en el Convenio 169 de la OIT.<br>
La central hídrica Neltume, que la generadora Endesa planea construir en la Región de Los Ríos, será la primera iniciativa eléctrica en el país en someterse al Convenio 169, aprobado por la OIT y ratificado por Chile en 2009, que establece consultas a los pueblos originarios cuando un proyecto se instala en su hábitat.
El pasado 16 de mayo, el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) de la XIV Región publicó el llamado en el Diario Oficial. "Se ha ordenado la realización de un proceso de consulta indígena a las comunidades, pueblos y grupos humanos indígenas que se encuentren dentro del área de influencia del mencionado proyecto y que sean susceptibles de ser afectados por aquél, de conformidad al Convenio 169 de la OIT sobre Pueblos Indígenas", dice el texto.
El inicio de este proceso fue antecedido por un cambio de postura de Endesa, indicada a la autoridad en la contestación de la tercera adenda. En un principio, la firma sostenía que el proyecto afectaría sólo a la comunidad indígena Quintumán. Posteriormente, "según los estudios realizados por el titular (Endesa), en el Nguillatun del lago Neltume participan, con distintos roles, las comunidades Juan Quintumán, Inalafken y Valeriano Callicul, así como otras comunidades o familias de otras comunidades de sectores cercanos al área del proyecto", afirma el SEA.
Neltume es el mayor proyecto hidroeléctrico de Endesa después de Ralco. Es una central de pasada (sin embalse) de 490 MW y una inversión de US$ 780 millones. Inicialmente estimada para partir en 2014, hoy la iniciativa está en stand by por problemas en la regulación ambiental.
En su operación variará la cota del lago del mismo nombre, lo que aumentará la frecuencia y duración de las inundaciones en el sector de Tranquil, en particular, en el camino privado que conecta a los habitantes de la zona. Además, provocará la inundación temporal y parcial de la cancha de Nguillatun, lugar de ceremonias ancestrales para los pueblos originarios de la zona, en la ribera del lago. Los pueblos originarios de la zona, mapuches en su mayoría, no están de acuerdo con la iniciativa.
En el sector eléctrico hay preocupación, porque el proceso se lleva a cabo sin contar aún con el nuevo reglamento del SEA, que está desde enero en Contraloría para su toma de razón e incluye la aplicación del convenio OIT. Además, falta el reglamento general que regulará las consultas, que saldrá de la mesa indígena que lidera el Ministerio de Desarrollo Social y que ha aplazado sus resoluciones, previstas inicialmente para abril.
El gerente general de la Asociación de Generadoras, René Muga, considera arriesgado que Endesa se someta a consulta, sin contar con los instrumentos necesarios, pero cree que hay que cumplir la ley y que los proyectos no se pueden seguir retrasando a la espera de nuevos reglamentos. "Estamos en una situación provisional. Hay dos instrumentos básicos que tienen que ver con la aprobación ambiental y con el Convenio 169, que todavía no están emitidos. La de Neltume es una consulta que hay que hacer, de forma provisional, hasta que tengamos un instrumento que regule la consulta indígena", explica.
Las dudas
Cómo se llevará a cabo el proceso es una interrogante. Endesa está a la espera de la coordinación del SEA con las comunidades, vital para garantizar el correcto desarrollo del proceso de consulta. La entidad ambiental debe acordar con los pueblos originarios de la zona para establecer los mecanismos, parámetros y plazos en que se realizará el proceso.
Jorge Hueque, líder del Parlamento de Koz Koz, principal opositor de la iniciativa, cuenta que el SEA les dio la semana pasada un plazo de 30 días para coordinarse entre las comunidades y establecer los mecanismos de consultas. Sin embargo, las comunidades pidieron una prórroga de 90 días y la entidad ambiental tiene 15 días para responder. Según Hueque, la comunidad aún no tiene una opinión respecto de si quieren o no participar. A su juicio, el proceso está fuera de plazo, ya que debió haber sido considerado desde el inicio de la tramitación ambiental, en 2011. De participar, dice, quieren que se siga el estándar internacional.
Para eso, dice el coordinador del área jurídica del Observatorio Ciudadano, Hernando Silva, las comunidades discutirán la aplicación del modelo usado en las sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Se refiere con ello a los pueblos de Sarayaku, de Ecuador, y a un fallo más antiguo sobre Saramaka versus Surinam. En el caso ecuatoriano, se estableció que la consulta debía hacerse de buena fe, vía procedimientos culturalmente adecua- dos y tener como fin llegar a un acuerdo.
Además, señala que la consulta no debe agotarse en un mero trámite formal, sino que debe concebirse como un verdadero instrumento de participación. "La propuesta de las comunidades es aterrizar el estándar del derecho internacional", dice Silva. Por ejemplo, agrega, que el proceso de consulta establezca una forma de consentimiento de parte las comunidades, en caso de una afectación mayor, y que terceros realicen estudios imparciales de evaluación ambiental. "Esto fue lo que sucedió en Ecuador", añade Silva.
El abogado ambiental de Larraín y Asociados y ex director ejecutivo de la Conama, Alvaro Sapag, agrega que en las zonas mineras ya se han efectuado consultas por el Convenio 169, a partir de una pauta elaborada por el SEA contenida en el reglamento propuesto que hoy está en Contraloría. Sapag detalla que incluso el proyecto El Morro está elaborando su proceso de consulta basándose en estos lineamientos. "El problema es que esa pauta, para algunas comunidades, puede no cumplir con los requisitos del proceso de consulta. Como no hay un formato establecido, el proceso de participación en sí mismo es bastante precario", considera. Esta sería la única herramienta con la que se cuenta para hacerlo. Hasta ahora, indica Sapag, los procesos de consulta no han sido polémicos, lo que no sucederá con Neltume. "Este proyecto es más complejo. Hay que ver cómo se administra el proceso", plantea.
Ni el Servicio de Evaluación Ambiental ni Endesa quisieron pronunciarse sobre la consulta en curso por el proyecto Neltume.
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