Cesco: Agitación laboral en un año electoral podría golpear minería de cobre en Chile

El Centro de Estudios del Cobre y la Minería atribuyó a un año electoral buena parte de la agitación que se está produciendo en los trabajadores.  <br>




La industria del cobre en Chile, el mayor productor mundial del metal, pronosticó tiempo atrás que el 2013 sería un año de recuperación tras sucesivos problemas operativos que afectaron a varios yacimientos.

Pero una creciente ola de conflictos laborales en medio de un año electoral podría frustrar ese objetivo de producir 5,58 millones de toneladas de cobre este año, un alza del 2,6% respecto al 2012, según el último cálculo de la agencia estatal Cochilco.

"Es claro que la agitación laboral es un factor importante a considerar y que buena parte de esta agitación tiene que ver con un año electoral muy importante", dijo a Reuters Juan Carlos Guajardo, el director del centro de estudios de minería CESCO que organiza la conferencia mundial del cobre que se realiza esta semana en Santiago.

La entrada en operación del yacimiento Ministro Hales de la estatal chilena Codelco, una recuperación de la atribulada mina Collahuasi y la firma adelantada de dos contratos colectivos clave contribuyen inicialmente a mejorar las expectativas de la industria.

Sin embargo, los trabajadores de Codelco aplacaron el mejor ánimo que había en la industria con movilizaciones y amenazas de un paro de 24 horas este martes por diferencias con el manejo de la actual administración de la firma.

La fuerza de los operarios de la minera estatal ya se hizo sentir hace algunos días, cuando detuvieron labores tras la muerte de un compañero en un accidente y gatillaron la renuncia del gerente de la división más productiva de Codelco.

"Codelco enfrenta una situación especial ya que está en medio de su período de inversión crítico en los proyectos estructurales, lo que requiere conciliarlo con ajustes en su plana laboral, cosa nada sencilla habida cuenta de la fuerza de los sindicatos", dijo Guajardo.

Codelco vió en 2012 caer su producción un 5,1%, lo que la ubicó en su nivel más bajo desde el 2008.

A la tensión al interior de Codelco se sumó recientemente un sorpresivo paro en un puerto en la región minera del norte de Chile que se expandió a otros terminales y dejó en suspenso despachos diarios de unas 9.000 toneladas de cobre.

Sindicalismo, dolor de cabeza

La actividad sindical se ha transformado en un nuevo dolor de cabeza para las mineras en Chile, que ya luchan por combatir la volatilidad en el precio del metal, la baja en las leyes minerales y obstáculos para acceder a insumos vitales como energía y agua.

"No hay ninguna duda que estamos viendo un incremento en la tensión en el mercado laboral", dijo a periodistas Peter Beaven, jefe de Metales Base de BHP Billiton, controlador de la mina de cobre Escondida, el mayor yacimiento en operaciones del mundo.

El agitado clima laboral en la industria minera en Chile ocurre en la antesala de la elección presidencial de noviembre, donde la ex mandataria socialista Michelle Bachelet lidera los sondeos y podría caldear aún más el ambiente, según analistas.

"Aunque el gobierno permita que se produzca un paro de 24 horas (en Codelco), primero intentará llegar a algún acuerdo con los trabajadores para asegurar que no ocurrirán otras movilizaciones", dijo Risa Grais-Targow, analista para América Latina de Eurasia Group.

Las operaciones mineras en Chile, que aporta un tercio de la producción mundial de cobre, lucen en general mejor posicionadas que otros países productores para incrementar su desempeño.

Escondida, por ejemplo, fortalecerá su producción este año impulsado por fuertes inversiones, mientras que Esperanza, de Antofagasta Minerals, logró superar algunos tropiezos.

"El mercado está incrementando la sensación de impacto de esta alza (productiva)", dijo Ivan Szpakowski, analista de Metales Base de Credit Suisse.

Pero la vulnerabilidad de las minas chilenas a accidentes, movilizaciones de sus trabajadores o el impacto de situaciones climáticas adversas se mantiene, así como la posibilidad de explotar segmentos de más baja ley, por el declive natural que presentan sus ya maduros depósitos.

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