Chapada Dos Veadeiros: Naturaleza y adrenalina brasileñas
<img style="padding-bottom: 0px; margin: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px" alt="" width="81" height="13" src="https://static-latercera-qa.s3.amazonaws.com/wp-content/uploads/sites/7/200910/550385.jpg" /> A 230 km de Brasilia, existe una fascinante sabana repleta de cascadas, ríos y cristales de cuarzo, es un perfecto destino que mezcla deporte aventura, naturaleza y meditación.
Aunque se olvide, Brasil es muchísimo más que playas y caipiriñas. Y precisamente, el país está potenciando varios destinos menos populares y algunas veces alternativos, con vista al próximo Mundial de Fútbol del 2014, entre los que se encuentran dos de sus decenas de parques nacionales: Chapada Diamantina en el estado de Bahía y Chapada dos Veadeiros, nombrado Patrimonio Natural de la Humanidad, gracias a su rica biodiversidad y su gran reserva de agua."El 21% de los turistas viene a Brasil a realizar actividades de ecoturismo y, en general, es un público que prefiere lugares que están más alejados de destinos tradicionales, como Chapada dos Veadeiros", afirma Jeanine Pires, presidenta de Embratur, ente encargado de la difusión turística de Brasil.
Lo habitual aquí son pocos visitantes y grupos de turistas que buscan dos cosas específicas: llenarse de adrenalina o de buenas y místicas energías. Aquí, el misticismo brota literalmente del suelo, porque el lugar está repleto de cuarzo. En muchos senderos, al caminar, el piso cruje y brilla con alguno de estos cristales que en otra época llenaban estas tierras de excavadores. Ahora hay más resguardos y este enorme territorio se ha orientado al turismo, con un leve aire a lo que podría ser el Valle de Elqui.
En Alto Paraíso y Sao Jorge, los pueblos cercanos, se puede encontrar una enorme oferta de lugares que invitan a la meditación, terapias naturales, spa y esoterismo.
La historia geológica aquí ha esculpido cañones, piscinas naturales y cientos de cascadas, que los visitantes bien saben aprovechar, por ejemplo, pasando un buen rato bajo una fría cascada para renovarse y recobrar energías.
Se podría pensar que con tanta agua este territorio es completamente verde todo el año, pero es una sabana tropical y, como tal, tiene temporada seca y otra lluviosa. De marzo a octubre no llueve, así es que los terrenos se ven amarillentos y suele haber incendios forestales por el efecto espejo que hacen los cristales en el suelo. El resto del año llueve bastante.
LAS TIERRAS DE MACAQUINHO
Hace algunos años, una expedición liderada por Ion David llegó hasta el sector de Macaquinho (mono pequeño, se llama así por la forma del cerro que lo rodea), ubicado a unos 70 kilómetros del parque. Ion se enamoró de este lugar, se convirtió en el gran precursor del turismo en la zona, creó la empresa Travessia (www.travessia.tur.br) y uno de sus productos estrellas es justamente un trekking en este sector.
La ruta puede realizarse durante todo el día. Caminata, un chapuzón refrescante en alguna de las piscinas naturales, fotos a las cascadas y seguir caminando. Así por varios kilómetros. De ida es casi todo en bajada y de regreso, obviamente, en subida. Pero no se asuste, algo tiene Brasil, su gente y sus desayunos que logran contagiar entusiasmo hasta al peor caminante y el esfuerzo vale la pena. Otra buena alternativa son los senderos dentro del Parque Nacional Chapada dos Veadeiros. La caminata más conocida lleva a los Saltos del Río Preto (la catarata tiene 120 metros), en una caminata que dura cuatro horas.
Si prefiere más aventura, puede descender en rappel por una cascada, realizar un circuito de "arborismo" desafiando pruebas entre las copas de los árboles o probar el zip line, una tirolesa de 800 metros colgando de dos cables paralelos. Todos con excelentes medidas de seguridad (US$ 25).
MAS ECOTURISMO
Los esfuerzos para potenciar Chapada dos Veadeiros saltan a la vista, con una interesante infraestructura hotelera y gastronómica.
Recomendable es hospedarse en San Jorge, porque está a un par de kilómetros de la entrada al parque y porque es un pequeño poblado donde se puede empapar bien del Brasil más auténtico. Para alojar recomendamos Pousada Casa Das Flores (habitaciones dobles desde $ 48 mil, www.pousadadasflores.com.br) y Pousada Bambú (dobles desde $ 40 mil, www.bambubrasil.com.br). En Alto Paraíso puede encontrar excelente y variada gastronomía, por ejemplo, en Oca Lila (www.ocalila.com.br), donde se puede disfrutar de un buffet de comida vegetariana y que, por supuesto, sigue la tendencia mística de este lugar para llenarse de energía.
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