El chavismo se quiebra en Venezuela
Las voces contrarias a la convocatoria de una Asamblea Constituyente van en alza desde los círculos más duros del chavismo. Nicolás Maduro se enfrenta ahora no sólo a la oposición, sino a quienes consideran que el legado de Hugo Chávez está en peligro.
A comienzos de mayo, el Presidente venezolano Nicolás Maduro anunció su "detonante histórico" para combatir a la oposición y "derrotar el golpe" que en su opinión estaba a punto de estallar en su contra.
El mandatario, hundido en los sondeos de popularidad y en medio de una creciente crisis económica y social, enfrentaba una ola de protestas, que ahora ya suman 92 días y 80 muertos. Al explicar la medida -la convocatoria a una Asamblea Constituyente para una nueva Carta Magna "bolivariana"- Maduro mencionó al fallecido Hugo Chávez (1999-2013) en varias ocasiones.
"No le fallen a Chávez, no le fallen a la patria… el poder que me entregó Chávez se lo entrego a ustedes, vamos a ganar la batalla", dijo, eufórico. La idea de la Asamblea Nacional Constituyente es que esté comandada por 500 asambleístas no elegidos a través del voto popular, sino que a través de sectores sociales y por comunidades.
Pero la convocatoria al proceso constituyente no sólo ha provocado un fuerte rechazo en la oposición venezolana, aglutinada en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), sino que también al interior de los sectores del chavismo más duros o fieles a Chávez. Así, este quiebre no ha hecho más que profundizarse tras el controvertido anuncio de Maduro.
De esta manera, son varias las voces disidentes al interior del oficialismo que se han alzado para protestar contra el propio Presidente, ya que muchos consideran que la estrategia es una suerte de traición al legado de Chávez.
Una fiscal rebelde
La fiscal general, Luisa Ortega Díaz, histórica aliada del chavismo, se ha transformado en el principal rostro en expresar públicamente las molestias en contra de las medidas oficialistas. La abogada de 59 años, considerada ahora una "traidora de la revolución", ha presentado una seguidilla de recursos legales contra la Asamblea Constituyente, por lo que ha recibido una serie de ataques por parte del gobierno. Además, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) decidirá el martes si la somete a juicio, algo que podría llevarla a su destitución. Como medida cautelar, el máximo tribunal venezolano le prohibió el miércoles salir del país y le congeló sus cuentas y bienes.
El martes el TSJ ya había dado otro duro golpe al Ministerio Público liderado por la fiscal general, al emitir una sentencia que entrega facultades exclusivas de la fiscalía a la Defensoría del Pueblo y una segunda, que anula el nombramiento del vice fiscal Rafael González. El Supremo será el que designe un nuevo funcionario, que se espera, esté alineado con el gobierno.
Pero las críticas de la fiscal no han sido sólo para cuestionar el proceso constituyente. A fines de marzo, denunció "una ruptura del orden constitucional", cuando el TSJ, afín al chavismo, intentó asumir las funciones de la Asamblea Nacional, de mayoría opositora. A juicio del analista venezolano y director de Datanálisis, Luis Vicente León, "es irrelevante si los recursos son aceptados o no. Los presentó para darle sostén a la tesis de que hay una ruptura constitucional, un abuso de poder y un intento de golpe institucional por parte del gobierno y el TSJ".
Ortega también lanzó sus dardos contra las fuerzas de seguridad bolivarianas, a las que criticó por la "represión" en las protestas opositoras. Desde sus denuncias, otros chavistas se han sumado a sus críticas, provocando una ola de declaraciones en contra Maduro por parte de seguidores fieles de Chávez.
La gama de figuras que se han sumado a las críticas va en aumento. Varios ministros que participaron del gobierno de Hugo Chávez, como el ex titular de Educación, Héctor Navarro y el ex ministro de Planificación, Jorge Giordani, ahora le han dado la espalda a Maduro.
"La iniciativa ha desatado una inmensa polémica entre quienes creen y pretenden poder resolver la crisis de hegemonía y su agravamiento con el tiempo, del cual no hemos podido salir", ha dicho Giordani, que calificó a la Asamblea Constituyente como "un pote de humo".
Navarro, por su parte, ha señalado que el proceso "es una maniobra de distracción peligrosísima". "A lo que tienen que comprometerse, Maduro, el PSUV, la gente del gobierno y las instituciones, como el CNE y le TSJ, debería ser a que se cumpla la Constitución", advirtió.
La ex Defensora del Pueblo (2007-2014) y ex diputada del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Gabriela Ramírez, aseguró a través de su cuenta en Facebook que las bases anunciadas por Maduro violan los derechos de los venezolanos. "Es impensable elegir constituyentistas si todo el pueblo no aprobó antes cuáles serán los términos y condiciones de esa elección. Y luego, esos señores deberán volver a someter a la aprobación popular el producto de su labor", afirmó.
También está el caso del diputado del Psuv y esposo de la fiscal Ortega, Germán Ferrer, quien en los últimos días se ha alineado con los dichos de su esposa y ha denunciado una falta de "autocrítica" desde su partido.
"Esta convocatoria que hace el Presidente Nicolás Maduro ha unido a la oposición, pero ha fracturado al chavismo, porque en el chavismo hay corrientes que están en contra abiertamente de este planteamiento de convocatoria que se hace, que no lo establece la Constitución. El pueblo es el protagónico según la Constitución", aseguró la semana pasada en una entrevista con La Tercera.
También el dirigente oficialista William Ojeda, señaló a través de su cuenta en Twitter que "el poder originario del pueblo se activa sólo cuando a éste se le consulta y se acata su opinión". Eustoquio Contreras, diputado por el Gran Polo Patriótico, también expresó su oposición a la medida.
Además, el movimiento Marea Socialista, que intenta impulsar una alternativa chavista, le ha dado su apoyo a la fiscal general, con quien se ha reunido en varias ocasiones. Nicmar Evans, líder de Marea Socialista, dijo confiar "en que el goteo institucional erosione, junto a la protesta, la negociación y el surgimiento de nuevos actores, al autoritarismo".
Críticas de militares
La fragmentación se percibe también desde el ámbito militar. Generales retirados cercanos a Chávez, como Miguel Rodríguez Torres y Clíver Alcalá hace meses que han marcado una posición crítica con la forma en que Maduro gobierna el país.
"¿Qué pasó con el chavismo? Con eso que parecía tan bien construido y donde se sentía un país feliz. Se impuso una anarquía de un grupito que se dedicó al saqueo de la nación. No es que se hayan robado el dinero del pueblo, sino que lo mancharon de sangre en los últimos días y cada día lo manchan indirectamente con los muertos en las protestas, con los niños que nacen prematuramente y no consiguen las condiciones mínimas para ser atendidos", dijo Alcalá a La Tercera-
Incluso, desde la cúpula del Ejército se han dado algunas bajas importantes tras la convocatoria a una Asamblea Constituyente. El mayor general Alexis López Ramírez, del Consejo de Defensa de la Nación, renunció la semana pasada a su cargo por estar en desacuerdo con el proceso constituyente, según constataron varios medios venezolanos. López, quien fue designado por Maduro, había sido anteriormente comandante general del Ejército y su renuncia ha sido vista como otro signo de quiebre en el corazón del chavismo.
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