Chile obtiene hasta 50 puntos menos en Pisa que países con similar inversión en educación
El país invierte más de US$ 30 mil en los escolares desde los 6 a 15 años, pero obtuvo 48 puntos menos que Croacia. Shanghai, que invierte menos de US$ 50 mil, logra mejores resultados que países que dedican hasta US$ 150 mil más.
Al menos 30 países que rindieron la prueba Pisa invirtieron más de US$ 50 mil en cada estudiante desde los 6 a los 15 años, y hubo otro grupo, de al menos 19 economías, que tuvieron un gasto inferior a ese monto.
Según indica el informe de la Ocde, Chile tuvo una inversión de US$ 32.250, por lo que se encuentra en ese último grupo, junto a países como Turquía y Tailandia.
El reporte indica, además, que debido al gasto nacional, los resultados deberían estar por sobre los 450 puntos, pero los jóvenes lograron 423 puntos en Matemáticas.
"El costo efectividad es bajo con respecto a los que participaron en el estudio, que son países más desarrollados que Chile. Sin embargo, tenemos que ponernos varas altas, porque sabemos que la calidad de la educación es un gran desafío", señala el secretario ejecutivo de la Agencia de Calidad, Sebastián Izquierdo.
Entre los países que tuvieron un mejor rendimiento que Chile se encuentra Croacia, cuya inversión en educación bordea los US$ 40 mil. Esos escolares lograron 48 puntos más que los chilenos en Matemáticas, y esa diferencia también se dio en los test de Lectura y Ciencia.
En tanto, Bulgaria, que tiene el mismo gasto que Chile, logró 16 puntos más en Matemáticas, pero en las otras dos mediciones, obtuvo resultados similares a los chilenos.
Un caso especial es Shanghai, que gasta menos de US$ 50 mil, pero tiene los mejores resultados en la prueba. Según la Ocde, los alumnos de esa economía obtuvieron 123 puntos más que los de Luxemburgo y sin embargo, los europeos gastaron cerca de US$ 150 mil más por estudiante. En contra parte, Brasil invierte cerca de US$ 5 mil menos por alumno que Chile, y a su vez obtuvo en la última prueba Pisa 32 puntos menos.
El economista de la U. Diego Portales, Felipe Salazar, señala que los resultados "no sólo tienen que ver con cuántos recursos tenemos, sino que cómo los distribuimos en el sistema".
Añade que en el último tiempo se han aumentado los dineros para educación, pero estos generalmente han sido destinados para "paliar las diferencias que tenemos con el sector privado". Y agrega que "las políticas públicas no están orientadas a mejorar resultados de pruebas internacionales, sino que tienen objetivos de compensar las falencias que traen los alumnos desde sus casas".
MEJORAS
"Creemos que el gran desafío del Sistema de Aseguramiento de la Calidad, para poder mejorar estos resultados, de acuerdo a los recursos que Chile ha estado entregando, es lograr el equilibrio justo entre la exigencia de la agencia de estándares mínimos de calidad y el apoyo que entrega", indica Sebastián Izquierdo.
Esto, pues está en marcha un nuevo ordenamiento de colegios, que incluye exigencias, pero también implica visitas a los colegios y más recursos y acompañamiento de acuerdo a las necesidades que se tengan.
En tanto, el director del Centro de Políticas Comparadas de Educación de la UDP, Ernesto Treviño, sostiene que para que hayan cambios "tenemos que concentrarnos en apoyar a los profesores y en generar capacidades y no hemos hecho nada de eso en los últimos años. Hemos inyectado muchos recursos, pero hemos dejado en libre albedrío a las escuelas y a los sostenedores", indica.
Otro aspecto que se debería trabajar, según Felipe Salazar, debería ser la infraestructura. Según reportaron los directores a la Ocde, cerca del 25% de la matrícula estaría en colegios donde la infraestructura no es la adecuada. "Necesitamos primero tapar esas falencias para poder pensar en seguir avanzando. Una buena infraestructura no garantiza buenos resultados en Pisa. Sin embargo, la falta de esta, puede perjudicar el desempeño de los estudiantes", señala Salazar.
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