Chomalí admitió que "me porté mal" con denunciante de Fernando Karadima

El recién designado arzobispo de Concepción, Fernando Chomalí, reiteró su arrepentimiento por la forma en que actuó en el caso de abusos sexuales del ex sacerdote Fernando Karadima, tras recibir antecedentes a través de un correo por parte de uno de los denunciantes, Juan Carlos Cruz, a quien definió como un amigo.

"A él lo conozco mucho", explicó en entrevista con TVN, afirmando que cuando recibió el correo "el 1 de abril de 2010, ya estaba todo encaminado, se estaba pensando que esto debía ir a Roma y ya estaba muy avanzada la investigación".

Admitió, eso sí, que "la verdad, me tupí, me porté mal con él, en el sentido de que buscaba a un amigo, a un obispo y yo no supe cómo actuar. Le pedí un perdón muy sincero, para mí ha sido una cosa muy dura haberle fallado a un amigo. Aprendí la lección, que es que corrompe tanto la mentira como el silencio y debí haber sido mucho más acogedor hacia él".

Lo cierto es que sus disculpas no fueron aceptadas por Cruz, quien señaló en su cuenta de Twitter que "soy lo menos rencoroso del mundo. Algún día perdonaré a Chomalí. Por años le pedí ayuda y nada. Me duele todavía. Era mi amigo". Y respecto a la petición de perdón, fue duro: "Me mandó un email... ¿eso significa perdón?".

ABUSOS SEXUALES EN LA IGLESIA: "ES UN ESCÁNDALO"
Respecto a la suma de denuncias de abusos sexuales en la Iglesia, Chomalí aseguró que "durante este año hemos aprendido cómo no se tienen que hacer las cosas. Hubo errores, equivocaciones, falta de experiencia y con todo pasaron dos cosas: hay un sentido perdón del arzobispo y los obispos, pero también hay una decisión firme de tomar el toro por las astas para que esto nunca más vuelva a ocurrir, porque es un escándalo y la negación misma de lo que es el sacerdocio".

En el caso particular de los obispos que trabajaron junto a Karadima, indicó que "se dieron cuenta al final de cuál era la realidad, por más dura que fuera, y además porque el Vaticano, sin ambigüedades, dijo que este sacerdote era culpable de abuso sexual y de ministerio, lo cual es gravísimo".

Agregó que "en lo personal, ha sido una experiencia chocante que me ha obligado a repensar muchas cosas. En primer lugar, qué significa la autoridad que uno tiene. Y cada vez comprendo más que viene del Señor, para servir, para dar la vida por los demás y en ese sentido uno siempre debe estar muy atento a estas personas carismáticas que, como quedó demostrado, tenía una doble vida muy compleja que hizo mucho daño".

Chomalí, por último, negó que la Iglesia proteja a algunos acusados enviándolos a retiros, pues si bien "la iglesia católica no tiene cárceles, sí creemos mucho que somos ciudadanos, que debemos responder ante la justicia civil y si una persona debe ir a la cárcel por los abusos que ha cometido, debe cumplir con ese deber. No estamos por sobre la justicia y tenemos que dar el ejemplo".