Chupete Suazo no logra levantar la cabeza

La mentalidad del atacante está a prueba por sus problemas personales y dentro de la cancha.




"La puta que te parió". Esas fueron las palabras que Humberto Suazo le gritó al árbitro Roberto Tobar el domingo pasado y que le costaron su primera expulsión tras regresar a Colo Colo.

El lunes, el delantero le ofreció disculpas al juez, esperando la mínima sanción por parte del Tribunal de Disciplina. "Si lo ofendí en algún momento le pido disculpas. No soy un jugador que esté insultando. Es lamentable y quedé triste, porque dejé al equipo con dos menos. Fue una calentura de partido. En todo momento salen ese tipo de palabras. Quizás el árbitro se sintió ofendido, pero en ningún momento quise ofenderlo. Le pido disculpas. Espero volver a jugar lo antes posible", aseguró Chupete en la página web del club.

Suazo está en deuda. Es el jugador mejor pagado del plantel, pues gana $ 45 millones al mes, incluyendo el pago de su pase, pero en la cancha su rendimiento ha estado bajo las expectativas.

El sanantonino apenas suma dos goles en el Clausura y ha estado lejos de ser la figura que esperaban los hinchas albos cuando se confirmó su vuelta al Monumental, después de siete años en el entranjero.

Y pese a que el técnico Héctor Tapia lo tiene como prioridad para ser el creador del equipo por sobre Emiliano Vecchio, quien venía realizando esa función, no ha podido consolidarse. Y para colmo, se hizo expulsar inocentemente a sus 34 años.

¿Le pasa algo a Suazo? En Macul afirman que el ex Monterrey aún no encuentra su mejor forma física y futbolística y que está en la última parte de su trabajo especial para bajar de peso y aumentar su velocidad.

Necesita jugar, así que la roja sufrida ante Palestino no le ayuda para nada. Por lo menos, tendrá la oportunidad de seguir poniéndose a punto ante Independiente de Santa Fe, mañana, por la Copa Libertadores.

Sin embargo, los problemas del artillero no son exclusivamente futbolísticos. Sus asuntos familiares siguen siendo delicados y en Pedreros creen que esto pueda estar afectando la concentración del atacante. Al igual que la ansiedad por querer destaparse y acallar las críticas que han surgido en torno a su desempeño.

Quien lo conoce bien es el psicólogo deportivo Enrique Aguayo: "De niño, en la UC; y de grande, en la selección chilena de Juvenal Olmos", detalla. Para el profesional, la tarjeta roja que recibió Suazo ante Palestino responde a una reacción normal y no producto de la presión. "Humberto es un deportista de alto rendimiento. Todos esperan que él brille y aunque aún no lo logra, puede cargar con esa inmensa presión y seguir jugando. Está entrenado mentalmente para eso", sostiene.

Aguayo sustenta su postura dando como ejemplo la evolución del jugador: "Recuerdo que cuando niño, Suazo se iba de las inferiores de la UC por dos o tres meses y luego volvía a entrenar a San Carlos. Lo que le gustaba era jugar, pero entrenar una jugada una y otra vez no le hacía nada de gracia".

El psicólogo agrega que "tenía la tendencia de irse en situaciones conflictivas; le tocó vivir cosas difíciles: la muerte del papá, vivir solo en Santiago... En aquel caso podríamos hablar de inmadurez. Sin embargo, ha evolucionado y ha sabido controlar sus impulsos. Supe que había cambiado cuando fue citado una vez por Olmos, no jugó pero no se hizo problema", revela.

Mañana, Chupete tiene otra chance de demostrar que aún sigue vigente.

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