Coletazos del robo del siglo
[cine] El hackeo a los estudios Sony se ha transformado en el mayor ataque cibernético en la historia de la pantalla grande.
PARTIÓ como una filtración de películas. Y luego, escaló. El escándalo incluye sueldos de ejecutivos y actores, futuros proyectos y polémicas declaraciones en correos electrónicos que ofenden a algunas de las principales figuras de Hollywood, e incluso al Presidente de Estados Unidos. El hackeo de 40 Gigabytes de información a los estudios Sony, por parte del grupo Guardians of Peace (guardianes de la paz) el pasado 24 de noviembre, ha dejado en dos semanas graves consecuencias para sus ejecutivos, y para el mismo futuro de la compañía.
Películas como Annie y Corazones de hierro (a estrenarse en Chile el 25 de diciembre y 22 de enero respectivamente) están entre las cinco cintas que ya se encuentran siendo compartidas por diversos sitios de descarga ilegal, además de detalles de futuras producciones, como un bizarro crossover entre Hombres de negro y 21 Jump Street. Pero probablemente la información revelada de mayor gravedad tenga que ver con detalles de la propia compañía. No sólo los sueldos de los ejecutivos, cuyos mayores montos están concentrados en personas blancas (documento que también revela que han hecho caso omiso a las acusaciones de discriminación racial por parte de sus empleados), sino también información más peligrosa como 47 mil Números de Seguro Social, el cual en Estados Unidos es usado tanto como mecanismo de identificación.
En el ojo del huracán se encuentran dos altos cargos de la compañía; la co-directora de la marca, Amy Pascal, y el productor Scott Rudin, ganador del Oscar por Sin lugar para los débiles. El hackeo dio a conocer conversaciones entre ambos por correo electrónico, donde, aparte de insultarse entre ellos, dedican duras palabras a figuras como Angelina Jolie, a quien Rudin llama una "mocosa malcriada" y la productora Megan Ellison, a quien llama "una esquizofrénica de 28 años".
La polémica subió de tono cuando se reveló una conversación con bromas racistas sobre Barack Obama. En los correos le atribuyen al Presidente norteamericano predilección por películas como Django sin cadenas o 12 años de esclavitud. Ambos emitieron disculpas públicas el día de ayer.
Las razones de este ataque son un misterio. Una de las teorías apunta a simpatizantes de Corea del Norte. El país asiático había amenazado a la compañía si es que no abortaban la cinta La entrevista, que satiriza el régimen de Kim Jong Un. Si bien el gobierno de ese país negó su participación, no descartan que alguno de sus partidarios esté detrás del hackeo. De hecho, una de las exigencias planteadas por Guardians of Peace es la cancelación del estreno de la cinta.
Ex empleados de la compañía declararon a The Hollywood Reporter que los problemas de seguridad cibernética se remontaban hace ya un tiempo, y que Sony ignoró las advertencias. Pero la arma está dada en Hollywood: según el FBI, el 90% de las compañías no habrían podido bloquear un ataque así.
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