Comando oficialista desdramatiza creación de nuevo referente de candidato independiente

El vocero del comando de Eduardo Frei, Jorge Pizarro, restó importancia a la creación de un nuevo referente político por parte del candidato independiente, Marco Enríquez-Ominami. Para el senador, El Copihue -como se llamará el movimiento- "no afecta en nada las negociaciones para una segunda vuelta, porque con Enríquez no hay negociación. Lo que estamos haciendo es tratar de configurar una gran mayoría para ganarle a Sebastián Piñera en enero".

Según contó el candidato independiente a La Tercera, el objetivo de su movimiento es "proyectar en el tiempo nuestra acción, independiente de los resultados electorales". En el comando explican que la idea del referente es aglutinar fuerzas de izquierda y derecha. Su anuncio -en vísperas de la elección- apunta a dar una señal interna de que no se negociará con la Concertación en la segunda vuelta.

Esta idea fue duramente criticada por el senador Ricardo Núñez (PS), quien calificó el movimiento de "amorfo". "Los movimientos nacen desde bases sociales, políticas, ideológicas ciertas, donde la gente tenga posibilidades de orientarse fácilmente para adherirse a ellos. Tengo la impresión de que es un referente absolutamente amorfo, que no tiene una identidad política sustantiva, que no se sabe a qué realidad política y social corresponde (...)", expresó.

Por su parte, el diputado Marcelo Díaz (PS) hizo un llamado a "buscar puntos de reencuentro, sobre todo de cara a la segunda vuelta (...). Espero que todos, sin excepción, tratemos de buscar esfuerzos de convergencia y no de dispersión", expresó.

Tras manifestar su inquietud por la inclusión de homosexuales en las franjas de TV, el mundo evangélico recibió guiños de Enríquez y Piñera que elogiaron la labor del culto en el país.

Ayer, la mesa ampliada de entidades evangélicas, presidida por el obispo Emiliano Soto, agendó reuniones para hoy con Enríquez, para el viernes con Eduardo Frei y se conversó con Piñera para acordar una cita.

Según el obispo, la iniciativa de llamar a anular el voto nació del Movimiento Isacar (de profesionales evangélicos) y de algunos pastores del país. Soto asegura que la mesa lo analiza, pero dijo que "específicamente no somos de la idea", pues su iglesia "defiende la libertad de conciencia". La decisión se adoptará tras las reuniones con los candidatos.