Comic-Con pone punto y final a su edición número 42

Fueron cuatro jornadas  en las que la ciudad del sur de California se convirtió en la capital mundial de los seguidores de la cultura pop, reuniendo a más de 125.000 personas.




Se estima ha este magno evento ha generado ingresos por valor de 162 millones de dólares, cifra que certifica la devoción existente alrededor de las historias de superhéroes, las sobrenaturales y la ciencia ficción en todos sus formatos, desde el tradicional papel al cine o la televisión, y eso a pesar de que el sector del cómic, corazón de esta industria, no está atravesando por su mejor momento.

Según cifras presentadas por la consultura ICv2 esta semana, las ventas de cómics en Norteamérica iniciaron en 2007 un declive del que no consiguen recuperarse y que continuó durante los primeros seis meses de 2011 con una caída de un 2 por ciento.

La situación económica general, la desaparición de redes de distribución y la piratería se encuentran detrás de esta tendencia en la que algunos ven también una pérdida de calidad en la oferta existente pero que para los analistas es un síntoma del proceso de transición que afecta al sector.

El futuro de los cómics pasa por su digitalización y por ampliar su espectro de público hacia un consumidor más esporádico e informal y menos coleccionista que el lector de toda la vida, según se desprendió del informe de ICv2.

Las grandes editoriales se afanan en ampliar su propuesta digital no solo migrando el contenido impreso a las pantallas de diferentes dispositivos sino explorando las nuevas posibilidades tecnológicas y añadiendo imágenes en movimiento, sonidos y vídeos para dar una vistosidad más cinematográfica a la hasta ahora estática viñeta.

En esa línea de renovarse o morir, DC Comics adelantó en Comic-Con su serie de 52 nuevas ediciones de las tramas de sus personajes más icónicos, como Supermán, Batman, Justice League y Green Lantern, entre otros, que a partir de septiembre iniciarán desde cero sus aventuras.

Comic-Con escenificó la sinergia existente en la industria del entretenimiento que no entiende de fronteras entre los formatos y busca sacar el máximo rendimiento a las historias que cuentan con una legión de seguidores.

Así, la presencia de Hollywood es cada vez más significativa en una feria convertida en un escaparate de proyectos de ciencia ficción o fantasía de los estudios, que echan toda la carne en el asador para promocionar sus producciones ante un público que puede determinar el éxito o el fracaso del filme o la serie de televisión.

Steven Spielberg y Peter Jackson trataron de llamar la atención de los estadounidenses sobre Tintín, personaje de Hergé de escasa fama en EE.UU. y que esos dos cineastas llevarán al cine este año con Las aventuras de Tintín: El secreto del unicornio.

Francis Ford Coppola ofreció una muestra de su misteriosa "Twixt", el reparto de la saga Twilight compareció para hablar de la primera parte de "Breaking Dawn" y también se dejaron ver Hugh Jackman por "Real Steel", Henry Cavill por "Immortals" y Chris Evans por "Captain America: The First Avenger".

Esa larga lista de estrellas incluyó también a Guillermo del Toro, Robert Rodríguez, Charlize Theron, Nicolas Cage, Colin Farrell, Andrew Garfield, Val Kilmer, Jon Favreau, Jessica Biel, John Cusack y Chris Hemsworth, y tampoco faltaron caras conocidas en el apartado televisivo.

Anna Paquin encabezó el panel sobre la serie de vampiros True Blood y los repartos de The Walking Dead y Game of Thrones acudieron a desvelar algunas claves de las siguientes temporadas de sus series, al tiempo que se presentaron otras propuestas como Alcatraz, de los creadores de Lost, y la jurásica Terra Nova.

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