Comicios presidenciales de Ecuador ponen a prueba el legado de Rafael Correa
El favorito es el oficialista Lenín Moreno. Le siguen el conservador Guillermo Lasso y la ex diputada de derecha Cynthia Viteri.
El Presidente de Ecuador, Rafael Correa, tendrá hoy una de las últimas pruebas políticas antes de dejar el cargo luego de 10 años en el poder: unas elecciones presidenciales marcadas por la incertidumbre y que serán consideradas también como una suerte de examen de su gobierno.
Los comicios llegan mientras Ecuador atraviesa una complicada situación económica y supondrán, según los analistas, un reto para la "Revolución Ciudadana" de Correa. Hoy están convocados 12,8 millones de ciudadanos a las urnas.
De los ocho candidatos a la Presidencia, quien llega mejor posicionado es, según las encuestas, el "delfín político" de Correa, Lenín Moreno. Según la consultora Cedatos, el candidato oficialista obtendría un 32,3% de los votos. Le sigue el ex banquero conservador Guillermo Lasso, con 21,5%, mientras que la ex diputada de derecha Cynthia Viteri podría tener el apoyo del 14% de los ciudadanos. El ex alcalde izquierdista de Quito, Paco Moncayo, les sigue en intención de voto, con un 7,7%.
Sin embargo, es posible que por primera vez desde 2006, cuando Correa fue electo Presidente, el resultado de los comicios no se resuelva en primera vuelta. Y no solo eso. Hay dudas sobre si Moreno contará con el apoyo suficiente en la segunda ronda para continuar con el legado de Correa.
Para ganar la Presidencia en la primera vuelta electoral, se requiere que el vencedor obtenga al menos el 40% de los votos y una diferencia de 10 puntos respecto del segundo candidato.
El Movimiento Alianza País, del mandatario ecuatoriano, llega a las elecciones desgastado por la crisis económica y el descontento de la clase media, afectada por la caída del precio del petróleo. También por los roces de Correa con algunos sectores, como los indígenas, los ambientalistas y los medios de comunicación.
Lenín Moreno, ex vicepresidente del país, ha ido perdiendo apoyo en las últimas semanas y en un segunda vuelta podrían verse aminoradas sus chances de llegar a la Presidencia.
La figura de Moreno no sólo no recibe el mismo entusiasmo de Correa -quien ha tenido aprobación alta en la mayor parte de su gestión: en diciembre era de 42%- sino que podría tener que disputar la segunda vuelta con Viteri, quien ha tenido un rápido ascenso en las encuestas, y ser derrotado por la ex diputada en el balotaje que se realizaría el 2 de abril.
Por todo esto, Moreno ha tratado de establecer un tono distinto, más conciliador, del que ha caracterizado a Correa. "Voy a ser su Presidente desde el 24 de mayo, por eso necesito unidad. Vienen nuevos tiempos y es necesario otro estilo de diálogo, de la mano extendida", aseguró Moreno el viernes en su cierre de campaña.
Otro factor que juega un papel en estos comicios es el gran número de indecisos, entre el 30% y el 35%, según los sondeos, algo poco habitual en ese país. Según los analistas, éstos serían en gran parte electores que no apoyan a Correa y que estarían esperando hasta el último momento para apoyar al candidato opositor que esté mejor posicionado.
Las elecciones ponen en disputa dos modelos opuestos: el de Moreno, con propuestas económicas que se enfoncan en el gasto social e impuestos, y el de Lasso y Viteri, inclinados a fomentar la inversión extranjera y bajar los impuestos para estimular el consumo y la producción nacional.
El legado de Correa
El gobierno de Correa, en el poder desde 2007, ha sido golpeado por varios casos de corrupción, como el de la petrolera estatal Petroecuador, donde estuvo implicado uno de sus ex ministros, y también por los supuestos sobornos de la constructora brasileña Odebrecht a funcionarios de gobierno por un valor estimado de US$ 35 millones.
A pesar de los recientes problemas económicos, el país mantuvo en esta década un progreso considerable y algunos aspectos de la gestión de Correa han sido reconocidos por miembros de la oposición.
El gobierno del economista de 53 años es considerado como el período más estable de la historia reciente del país. Se le atribuye también al mandatario la elevación de algunos de los índices de desarrollo y la modernización del país con grandes obras de infraestructura pública y proyectos hidroeléctricos, de salud y educación.
Desde que Correa es mandatario de Ecuador, alrededor de dos millones de personas han salido de la pobreza. Y si en 2006, 16,9% de la población estaba en la pobreza extrema, hoy esa situación afecta a 8,7% de los ecuatorianos.
También se prevé que los comicios donde se elegirán a 137 diputados y cinco representantes del Parlamento Andino, sean reñidos.
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