Conaf confirma que brigadistas chilenos cuentan con equipos de estándar internacional
Los funcionarios de la Corporación Nacional Forestal y empresas forestales, utilizan equipamiento de seguridad y herramientas similares a las que utilizan las principales brigadas que combaten incendios forestales en el mundo.
El jefe de Prevención de Incendios de Conaf, Fernando Maldonado, aclaró que tanto la Corporación como las brigadas de incendios de empresas forestales operan con equipamiento de seguridad de nivel mundial, al igual que los equipamientos para el combate de incendios, como herramientas y bombas de agua.
La muerte de seis brigadistas en Carahue, Región de La Araucanía, que combatían un voraz incendio forestal, ha generado cuestionamientos sobre la seguridad con que operan los brigadistas que trabajan combatiendo las llamas y la preparación que éstos reciben antes de ser certificados para poder trabajar en estas faenas.
En conversación con La Tercera, Maldonado detalló el equipamiento que utilizan los brigadistas para trabajar en el combate de los incendios forestales. Para la protección de los pies "utilizan botas de combate, no son botas de seguridad, el clásico bototo de seguridad que tiene una placa metálica. Estas son botas de combate que tienen especificaciones técnicas, el talón ahora está un poquito más atrás para que el calor se acomode mejor en la bota, por ejemplo. Los calcetines ahora son de algodón, antes eran de fibra, pero se eliminaron por un accidente de un brigadista que metió el pie en un bolsón de cenizas, y el nailon se derritió", señala Maldonado.
Para proteger la parte superior del cuerpo, los brigadistas utilizan camisa y pantalón de material ignífugo, "la camisa es amarilla y el pantalón color oscuro, esto es una norma internacional. La camisa se fabrica en España, en Chile no tenemos este tipo de producción de material ignífugo. De todas formas, este material no transforma la vestimenta en un traje de asbesto o que no se vaya a quemar, sólo tiene mejor resistencia a las chispas. Si al combatiente lo atrapan las llamas se va a quemar igual", aclara Fernando Maldonado, agregando que las poleras institucionales que usan los brigadistas tienen en su parte posterior una leyenda con las normas de seguridad de las operaciones, para que los combatientes las vayan leyendo mientras van caminando en fila.
Para la cabeza y el rostro, los brigadistas utilizan un casco de combate Bull-911 H, con su respectivo barbijo, además de un cubrefaz Bull R-222, "esto es más técnico que andar con una toalla en la cara. Con este cubrefaz, el combatiente no respira partículas. También utilizan anteojos de policarbonato de seguridad, esto porque cuando la gente está trabajando, está cavando el terreno, pueden saltar cosas como piedras y astillas. Además, utilizan una mascarilla Respro FB-1, que se adiciona al cubrefaz para impedir el paso de partículas, pero no evita el paso de gases", señala Maldonado.
Para las comunicaciones, los jefes de cuadrilla portan radios y algunos cuentan con GPS para puntualizar la ubicación de los brigadistas.
El jefe de Prevención de Incendios de Conaf explica que, en el caso de las herramientas, se utilizan los mismos equipos que utilizan otras brigadas del mundo, la gran mayoría de ellos son fabricados en Canadá, España y los Estados Unidos. Es el caso de las "Azahacha" o Pulaski, una hoja de acero con dos partes con filo, una como de hacha y la otra como azadón, o los rastrillos McLeod, las antorchas de goteo (también conocidas como mecheros) y las bombas de espalda
BRIGADAS EN EL MUNDO
Todos los años, decenas de brigadistas chilenos viajan a la Península Ibérica para combatir incendios forestales. El calor y los terrenos áridos provocan muchos incendios al año en España y especialmente Portugal, donde la Autoridad Nacional de Protección Civil (entidad que opera en casos de emergencia) mantiene una unidad permanente encargada de combatir los incendios forestales, la denominada Força Especial de Bombeiros Canarinhos. Una fuerza de bomberos de elite, entrenados para combatir incendios en cualquier circunstancia. Actualmente cuenta con 259 hombres divididos en tres compañías.
En el caso de España, el combate de los incendios está en manos de las Brigadas de Refuerzo de Incendios Forestales (Brif), esta unidad, basa el combate de los incendios en la prevención. Dedican cinco meses del año (junio a octubre) a la extinción del fuego, y el resto del año a prevenir. Los brigadistas utilizan el mismo tipo de herramientas y equipos de seguridad que las brigadas chilenas, pero cuentan con un fuerte apoyo aéreo, gracias a helicópteros Sokol, especializados en el combate de incendios forestales.
Para el incendio de las Torres del Paine, las autoridades solicitaron la ayuda de bomberos especializados de Australia, quienes enfrentan incendios forestales de gran magnitud y operan en condiciones extremas, con temperaturas de 45 grados y durante extensos períodos. Estos bomberos son coordinados por la Country Fire Authority, que cuenta con más de 50.000 voluntarios.
Esta unidad ha combatido incendios forestales de gran magnitud, como el denominado Black Saturday Bushfires entre febrero y marzo de 2009, donde se quemaron 450.000 hectáreas de bosques y murieron 173 personas.
La CFA cuenta con más de 4 mil vehículos para combatir incendios, incluyendo camiones aljibe y vehículos de emergencia que operan directamente en terreno. Por su parte, los brigadistas portan constantemente radios portátiles, GPS y otros tipos de sistemas que permiten ubicar su posición en medios de las faenas.
En Estados Unidos, el combate de los incendios forestales está a cargo del Servicio Forestal (U.S. Forest Service) que cuenta con unidades especializadas en cada uno de los 155 parques que administra. En estas unidades, destacan los bomberos paracaidistas, conocidos como smokejumpers.
Se trata de un grupo de brigadistas que saltan en paracaídas, con un equipo especial para el combate del fuego, a zonas de difícil acceso para poder controlar o evitar el avance del fuego mientras llegan grupos mayores de bomberos. Actualmente, EEUU cuenta con 400 bomberos paracaidistas, divididos en siete bases. Este tipo de operaciones para combatir incendios no son muy comunes y sólo se reservan para casos extremos, principalmente por el alto costo operativo de los procedimientos.
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