Condenan a 8 años de cárcel a hombre que causó la pérdida de un ojo a un escolar al agredirlo con un vaso de vidrio
El Tribunal de Temuco estimó que el condenado actuó con alevosía, ya que atacó a la víctima mientras ésta se encontraba de espaldas. <br>
A cumplir la pena 8 años de presidio por el delito de lesiones graves gravísimas fue sentenciado hoy Fernando Albornoz Vergara, quien en mayo de 2012 agredió a un escolar con un vaso de vidrio en padre Las Casas, provocándole la pérdida de un ojo.
Además el Tribunal Oral en lo Penal de Temuco lo sentenció a 61 días de presidio y al pago de una multa de 5 UTM por el delito de hurto de un teléfono celular. Ambas penas son de cumplimiento efectivo.
El hecho ocurrió en las primeras horas del 20 de mayo, cuando el condenado ingresó sin estar invitado en un domicilio de calle Viento, donde se desarrollaba un encuentro de amigos compañeros de colegio.
Fernando Albornoz reaccionó en forma violenta cuando la dueña de casa y el escolar C.F.G.R., de 17 años, le pidieron que se retirara y atacó por la espalda al adolescente, golpeándolo en el cráneo con un vaso de vidrio que portaba, para acto seguido, y una vez que se dio vuelta y quedó de frente, seguir agrediéndolo con el vaso ya quebrado en su rostro, especialmente en su ojo izquierdo, acciones que repitió, una vez que la víctima cayó al suelo.
Como consecuencias de este accionar el menor sufrió como lesión principal, un trauma ocular severo en su ojo izquierdo consistente en herida penetrante con vaciamiento completo del contenido ocular, lo que le provocó la pérdida de manera definitiva e irreparable de la visión.
El fallo pronunciado por los jueces Luis Sarmiento, Erasmo Sepúlveda y Cecilia Subiabre, determinó que en delito concurría la agravante de alevosía (actuar sobre seguro) que alegó la Fiscalía, ya que el ataque comenzó con un golpe dado en la cabeza del afectado, mientras éste se encontraba de espaldas.
En tanto, el fiscal Cristian Paredes se manifestó conforme con el fallo y con la pena impuesta por el tribunal.
Destacó que el condenado declaró al comienzo de juicio, dando una versión muy distinta de los hechos, señalando que todo había sido un accidente y que sólo se había defendido de un supuesto ataque de la víctima y sus compañeros, lo que fue desestimado por los jueces.
"En base a la contundencia de la prueba rendida en juicio quedó demostrado que era falso, la víctima, un niño de tan sólo 17 años, jamás atacó a este sujeto que tenía 28 años a esa fecha, medía más de 1 metro 80 de estatura y pesaba 95 kilos. Esa versión era totalmente inverosímil, nadie lo atacó, el imputado reaccionó en forma absolutamente irracional cuando se le pidió retirarse del lugar", detalló el persecutor.
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