Conferencia internacional por la reconstrucción de Gaza recauda más de US$5.000 millones
El mayor donante fue Qatar, que aportará con 1.000 millones de dólares para la reconstrucción del territorio palestino.
La comunidad internacional prometió hoy en una conferencia de donantes en El Cairo en torno a 5.400 millones de dólares para financiar la reconstrucción de la Franja de Gaza, comunicó el ministro de Exteriores noruego, Borge Brende, al cierre de la reunión promovida por su país y Egipto.
En la conferencia participaron cerca de 30 ministros de Asuntos Exteriores, así como organizaciones regionales e internacionales. El dinero se destinará a la reconstrucción del territorio palestino, devastado tras la última ofensiva israelí en Gaza que duró 50 días.
Durante el encuentro, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, anunció que donará 212 millones dólares, que se sumarán a los 450 millones de euros que aportará la Unión Europea, señaló por su parte la responsable de Política Exterior y Seguridad Común, Catherine Ashton.
Alemania, aparte de su participación en la donación comunitaria, aportará otros 50 millones de euros (unos 63 millones de dólares) en ayuda bilateral.
Pero el mayor donante será el emirato de Qatar, que donará 1.000 millones de dólares (unos 792 millones de euros) para la reconstrucción del territorio palestino, anunció hoy el ministro de Exteriores del país, Jaled al Attiyah, según la web del diario egipcio "Al Ahram".
Las dos partes que protagonizaron el conflicto, Israel y el grupo palestino Hamas, no fueron invitados a la conferencia, sino que solamente acudió la Autoridad Palestina dirigida por el presidente Mahmud Abbas, del partido Al Fatah. Abbas estimó que la reconstrucción costará uno a 4.000 millones de dólares.
Durante su intervención, Abbas volvió a pedir la creación de un Estado palestino independiente. "¿Por qué son los palestinos las últimas personas del planeta que deben seguir viviendo bajo una ocupación?", preguntó. ¿Y durante cuánto tiempo tendrán que vivir "catástrofes que se repiten continuamente?", añadió.
Esta cita, consideró Abbas, debería servir como un nuevo intento internacional de solucionar el conflicto palestino-israelí. Naciones Unidas, dijo, debería supervisar el trazado de la frontera que permita convivir a Israel y a un Estado palestino en "buena vecindad".
Y es que la comunidad internacional dejó entrever su cansancio con este tipo de aportaciones. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, advirtió que la conferencia de donantes no puede convertirse en un ritual: "Reconstruir y destruir, y después esperar de la comunidad internacional que pague las cuentas".
También Kerry consideró que el objetivo de las negociaciones es alcanzar una solución permanente del conflicto de Cercano Oriente. La Franja de Gaza sólo podrá ser ayudada de forma continua si está bajo administración palestina. "Mientras Hamas lance cohetes contra Israel los habitantes de la Franja seguirán viviendo en peligro".
Durante los 50 días de conflicto en Gaza, Egipto invitó una y otra vez a las partes a negociar indirectamente hasta que éstas acordaron un alto el fuego indefinido a finales de agosto. Ahora las negociaciones deben continuar.
El ministro de Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, destacó que no es posible volver al status quo anterior. "Nadie reconstruirá infraestructuras para que poco después vuelvan a ser destruidas", señaló en un comunicado. Hamas y los extremistas no pueden seguir utilizando la Franja para almacenar armas y la población debe tener perspectivas de futuro económicas.
Israel atacó en julio y agosto más de 5.000 objetivos en el territorio costero palestino y los milicianos palestinos dispararon 4.500 cohetes contra Israel. En total murieron más de 2.100 palestinos y 70 israelíes.
Asimismo, 18.000 viviendas quedaron dañadas o destruidas, según datos de la Oficina de Coordinación Humanistaria de la ONU (OCHA). Unas 108.000 personas perdieron sus casas. Además, 26 escuelas fueron destruidas y 122 resultaron dañadas.
Según el gobierno palestino, unas 20.000 toneladas de bombas de Israel destruyeron viviendas, carreteras, puentes, escuelas y hospitales, así como infraestructura para el suministro de agua y energía y el 17 por ciento de la superficie de cultivo. Numerosas tiendas y negocios quedaron también destruidos, lo que dañó gravemente la economía de la Franja de Gaza.
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