Congreso peruano votará moción de censura contra primer ministro el martes
Yehude Simon y la titular de Interior fueron interpelados ayer por los hechos violentos ocurridos el 5 de junio pasado, que se saldaron con la muerte de 24 policías y 10 civiles.
El Congreso peruano votará el martes próximo en una sesión plenaria las mociones de censura contra el primer ministro, Yehude Simon, y la titular del ministerio Interior, Mercedes Cabanillas, anunció hoy su presidente, Javier Velásquez Quesquén.
En declaraciones a la agencia oficial Andina, Velásquez explicó que el 30 de junio es el primer día hábil para debatir y votar ambas mociones de censura, ya que de acuerdo al reglamento del Congreso esta sesión plenaria se debe realizar entre el cuarto y décimo día natural después de realizada una interpelación.
Ayer, el pleno del Congreso interpeló a Simon y Cabanillas por los hechos violentos ocurridos el 5 de junio pasado en la provincia selvática de Bagua, que se saldaron con la muerte de 24 policías y 10 civiles.
Tras la interpelación, que se prolongó por unas doce horas, los legisladores de diversos partidos y alianzas políticas presentaron sendas mociones de censura contra el primer ministro y la titular del interior.
Según el vocero del Partido Nacionalista, Freddy Otárola, la moción cuenta con el respaldo de su partido, así como de la alianza conservadora Unidad Nacional, la Alianza para el Futuro del ex presidente Alberto Fujimori, Unión por el Perú (UPP) y el Bloque Popular (escisión de UPP), indicó Andina.
Para que prospere la censura se necesitan 61 votos de los 120 legisladores que conforman el Congreso peruano.
Las comunidades amazónicas iniciaron una protesta el 9 de abril pasado contra una serie de decretos legislativos aprobados para adecuar la legislación peruana al Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos que los indígenas consideran lesivos a sus derechos sobre la tierra y a la consulta.
Las protestas llegaron a su culmen el 5 de junio pasado cuando murieron 24 policías y 10 civiles, entre ellos nativos, durante el desalojo de una carretera bloqueada por los indígenas y la toma de una estación petrolera.
Tras estos trágicos sucesos, el Ejecutivo, que había denunciado la injerencia de fuerzas extranjeras en las protestas, dio marcha atrás, reanudó el diálogo e hizo que el Congreso derogara dos de las más polémicas leyes cuestionadas por los nativos, referidas al manejo forestal y el uso de las tierras.
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