Congreso tiene tres años para ajustar presupuesto por aumento de parlamentarios

Ministro Peñailillo reiteró que el gobierno no incrementará recursos para el Parlamento.




Con la promulgación de la ley que reemplaza al sistema electoral binominal, ayer  comenzó la cuenta regresiva para que el Congreso ajuste  su marco presupuestario para sustentar los gastos de 35 nuevos diputados y 12 nuevos senadores, que se sumarán al Congreso a partir de marzo de 2018.

Esto demandará un esfuerzo de ingeniería financiera para solventar dos tipos de gastos. Por un lado, están las asignaciones parlamentarias: montos fiscales para que un legislador arriende oficinas, contrate asesores y pague alojamientos o bencina, entre otros gastos. Senadores y diputados comentan, con resignación, que estas asignaciones -que fluctúan entre $14 millones y $21 millones mensuales- se verán reducidas.

Pero el rediseño presupuestario tiene otra variable: las dietas (remuneración que recibe un legislador). En este punto el ajuste será complejo, ya que la Constitución obliga al gobierno a disponer los montos para pagar las remuneraciones en el Estado, por lo que un cambio no puede realizarse sólo mediante una modificación presupuestaria. A eso se suma, además, otro amarre: Las dietas de los parlamentarios, que ascienden a $ 9,1 millones brutos, deben ser equivalentes a la remuneración de un ministro.

Pese a ello, el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, reiteró ayer que el gobierno no destinará más recursos para sustentar el aumento de legisladores.

SENADO CON MARGEN

En el caso del Senado, el reacomodo podría ser factible. Incluso, Peñailillo recordó que hasta 2005 existían senadores designados y vitalicios, por lo que los integrantes de la Cámara Alta fluctuaban entre 48 y 49. Sin embargo, al ser eliminados estos parlamentarios no elegidos por elección universal, el Senado mantuvo su marco presupuestario. "Ese presupuesto nunca se reingresó a las arcas, sino que se mantuvo en el Congreso. Así que en el Senado no debiéramos tener problemas", agregó el jefe de gabinete.

Hoy el presupuesto del Senado asciende a $ 38.748 millones, y  solventar exclusivamente las dietas de 12 nuevos senadores equivale a un 3,3 % de ese monto. Por lo tanto, varios creen que el presupuesto del Senado tiene margen para ajustarse.

"Este proyecto tiene que ser financiado con recursos existentes. Si eso significa reducir dietas, asignaciones parlamentarias, gastos del Congreso, tenemos que buscar fórmulas", dijo ayer el presidente del Senado, Patricio Walker (DC).

CÁMARA AJUSTADA

En el caso de la Cámara, el resideño para sustentar 35 nuevos diputados es difícil.

Durante la tramitación  de la reforma electoral, el secretario de la Cámara, Miguel Landeros, expuso que si bien la corporación podía ajustarse en términos de las asignaciones, creía que era complejo solventar las dietas de los nuevos diputados.

No obstante, ayer el ministro Peñailillo le traspasó la responsabilidad a la propia Cámara. "Tenemos tres años para hacer las reasignaciones necesarias para que 35 nuevos diputados puedan ocupar los escaños que corresponda. Este es un esfuerzo que tiene que hacer el Poder Legislativo", remarcó.

Hoy el presupuesto de la Cámara es de $ 61.814 millones, y las 35 nuevas dietas suman $ 3.822 millones, lo que equivale a un 6,1% del marco presupuestario. Con esas cifras, una reasignación, exclusivamente para las dietas, resulta compleja.

La respuesta, sin embargo, puede ser un recorte en las remuneraciones de sueldos de autoridades, como proponen Patricio Walker y el presidente de la Cámara, Marco Antonio Núñez (PPD).

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