Conoce la concentrada vida de Manuel Pellegrini en Manchester
En la ciudad del noroeste de Inglaterra, el entrenador chileno vive dedicado a su trabajo, sólo matizado por paseos por las calles de la zona céntrica, donde reside en un hotel, a la espera de su nueva casa en los suburbios.
Cada vez más deprisa, mucho más rápido de lo que les gustaría a los habitantes de Manchester, se está acercando el frío a la ciudad, aunque la lluvia nunca llegó a irse del todo. Como bien suelen decir los ingleses, en Inglaterra no existe el verano, sino que hay distintos tipos de invierno durante el año. El tiempo meteorológico no engaña: cielo gris, rara vez no hay nubes y una constante amenaza de lluvia saluda cada mañana desde arriba.
Han pasado ya más de dos meses desde que Manuel Pellegrini aterrizó en Manchester, pero lo primero que hizo fue llevarse a la plantilla de gira por Asia. Se pusieron a tono entrenando en sesiones triples cada día (algo totalmente novedoso en el club), jugaron varios encuentros de pretemporada, adaptaron su nueva idea de fútbol de la mano del técnico chileno y cogieron el punto físico necesario para competir en la Premier League. Algo más de un mes después de que iniciase el curso, el Manchester City pinta muy bien.
Manuel Pellegrini sólo ha tenido tiempo de pensar en fútbol. La exigencia de este nuevo proyecto millonario ha requerido dedicación total en su vida. El salto del Málaga al Manchester City es muy importante: ahora ya no sirve con clasificarse para competiciones europeas, sino que es un claro candidato al título; ahora ya no es suficiente hacerlo bien en Europa, sino que debe llegar a las rondas finales, una de las asignaturas pendientes del conjunto inglés y uno de los objetivos más reconocibles de la presente temporada.
Tanta actividad en el día a día de Pellegrini obliga a que las primeras semanas las pase en el Radisson, uno de los hoteles más conocidos del centro de la ciudad de Manchester.
La calle Deansgate está llena de restaurantes, hay tráfico durante todo el día y la gente camina por las mañanas ocupando los dos lados de la acera. Por la tarde se habilitan terrazas, los cafés tienen mucho público y la biblioteca está abierta para todo el mundo. Es una zona de ocio, un lugar de la ciudad para disfrutarlo en compañía. El hotel queda a un pequeño paseo de Castlefield, un barrio tranquilo sobre el canal de Manchester, con barcos, edificios y puentes sobre el agua formando un marco paisajístico de mucha belleza, que Pellegrini ya conoce de primera mano.
Allí ha vivido hasta que esté listo su nuevo acomodo, en una zona más relajada. Conseguir tres victorias seguidas en la última semana (Viktoria Plzen, Manchester United y Wigan) han significado un soplo de tranquilidad para Pellegrini, tras varios altibajos al inicio de la temporada, que se volvió a enturbiar en algo con la derrota ante Aston Villa, en Birmingham (ver nota secundaria).
El campo de entrenamiento está a varias millas al sur de Manchester, en un viaje que en auto puede hacerse en poco más de 15 minutos. Pellegrini llega pronto cada mañana, se reúne con su cuerpo técnico y llevan a cabo los ejercicios planeados cuando llega el resto de la plantilla.
Su mano derecha es Rubén Cousillas, con quien convive muchas horas al día. Cousillas, ex arquero, se sienta junto a él en el Etihad Stadium y ha acompañado a Pellegrini en todas sus experiencias como entrenador. Una de sus innovaciones durante esta temporada es que las prácticas previas a un partido como local se realizarán en el propio estadio, ya que el chileno quiere que sus futbolistas se acoplen bien a las medidas y a las gradas del Etihad para que no se sientan presionados al salir a jugar.
Además, Pellegrini ha aprovechado alguno de sus días libres para ir a ver jugar a sus rivales. En la primera jornada, antes de debutar contra el Newcastle, se pasó por las gradas de Anfield para ver el estreno del Liverpool contra el Stoke y analizar así a los dos equipos, algo que seguirá haciendo a lo largo de la temporada, cuando su ocupada agenda se lo permita.
El contrato que firmó con el Manchester City le convirtió en el cuarto técnico mejor pagado (US$ 7,2 millones) de la Premier League, sólo por detrás de José Mourinho (Chelsea), Arsene Wenger (Arsenal) y David Moyes (Manchester United), por lo que la presión sobre su trabajo se vuelve a hacer manifiesta.
Un proyecto gigante para un entrenador que ya ha demostrado que puede sacarle el máximo jugo a todas las plantillas con las que trabaja.
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