Consultora internacional McKinsey estima que súper ciclo para los productos básicos se mantendrá

La entidad sostiene que los productores se están viendo obligados a internarse más en áreas remotas para garantizar las reservas, cuya extracción requiere una tecnología cada vez más sofisticada a medida que el consumo se expande.




Las restricciones en la oferta de productos básicos y la demanda de los mercados emergentes señalan que aún es prematuro hablar de la muerte del súper ciclo que generó un período de precios al alza más prolongado que la media, indicó la consultora internacional McKinsey .

Los precios de la energía, los metales y la agricultura que aumentaron más del doble desde el año 2000 se encuentran todavía cerca de los máximos alcanzados antes de la crisis financiera. Incluso después de que los productos básicos, que van desde el oro hasta el trigo, cayeron en mercados bajistas, estimó la entidad en un informe.


El aumento de la producción de materias primas en estos últimos dos años y los signos de un crecimiento económico que se enfría en China, el mayor consumidor mundial de todo, desde algodón hasta zinc, llevaron a Goldman Sachs Group y Citigroup a decir que el súper ciclo había terminado.

En contraste, McKinsey sostiene que los productores se están viendo obligados a internarse más en áreas remotas para garantizar las reservas, cuya extracción requiere una tecnología cada vez más sofisticada a medida que el consumo se expande.

"Cuando miramos hacia el futuro, vemos por un lado, una separación entre la nueva tecnología y la productividad, y por otro, la demanda de los mercados emergentes y limitaciones en la oferta", dijo Fraser Thompson, miembro sénior del McKinsey Global Institute.

"No queremos apostar en contra de la tecnología, pero creemos que lo que suele pasarse por alto es la magnitud del reto que enfrentamos", acotó.

El Standard Poor's GSCI Spot Index de 24 materias primas ha caído 2 % este año. Desde 2000, el indicador reportó sólo dos declinaciones anuales.

Piso de precios

Los gastos de producción continúan subiendo para muchos productos básicos, según el informe.

En China, se está construyendo sobre tierra cultivable, mientras en Brasil los precios de las superficies para cultivo aumentaron siete veces en algunas regiones en el último decenio debido a la demanda global de alimentos al alza, a leyes ambientales más estrictas y al crecimiento de las zonas protegidas.

McKinsey citó los yacimientos petrolíferos costeros que requieren equipos más sofisticados y el desarrollo de recursos minerales en regiones políticamente inestables.

No hay déficits inminentes, pero los costos marginales más elevados "parecen ser generalizados y ponen un piso debajo de los precios", explicó McKinsey.

La volatilidad está aumentando en medio de la evidencia de un "problema estructural de oferta", según el informe.


"La oferta resulta gradualmente menos capaz de ajustarse rápidamente a los cambios en la demanda debido a que es más problemático y costoso acceder a nuevas reservas", recalcó McKinsey.

El costo promedio ajustado a la inflación de iniciar un nuevo pozo petrolero se duplicó en la última década, según McKinsey. Desarrollar minas de metales requiere ahora hasta 20 años, en comparación con los seis a 10 años que requería en la década de los 80 y los 90.

El gas natural extraído del esquisto es una excepción dado que la nueva tecnología bajó los costos, dijo McKinsey.

Una mayor eficiencia en la perforación y la fracturación hidráulica hacen que resulte económico extraer el gas atrapado en las formaciones de esquisto, como Marcellus en el noreste estadounidense. Los futuros del gas en la Bolsa Mercantil de Nueva York cayeron hasta US$3,493 por millón de unidades térmicas británicas desde un récord de US$15,78 en 2005.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.