Controversia por faenamiento de ballena frente a niños japoneses

Este jueves, escolares japoneses presenciaron en vivo el faenamiento de una ballena, de la cual después degustaron trozos de carne frita. Todo sucedió en la localidad costera de Minamiboso, 100 km al sur de Tokio, lugar donde se daba inicio a la temporada de caza de este cetáceo en Japón.

Las imágenes de los estudiantes frente a las vísceras de la ballena dieron la vuelta al mundo y generaron el inmediato rechazo. "Esto no es más que un triste espectáculo de una industria del pasado, que hoy debe migrar hacia el turismo responsable de observación de cetáceos. Estoy seguro de que si esos mismos niños se hubieran embarcado y visto una ballena, gritarían de alegría al ver a estos majestuosos animales libres en el mar", dice el biólogo marino Rodrigo Hucke.

La ceremonia, patrocinada por la compañía ballenera Gaibo Hogei, tiene un trasfondo histórico, explica Ariel Takeda, profesor de cultura del Instituto Chileno Japonés. El experto sostiene que la compleja geografía del país, compuesto por miles de islas, los obligó a alimentarse de productos del mar. "Lo que buscan con esta actividad es contrarrestar la publicidad negativa en torno a la caza de la ballena, quitarle esa preocupación sentimental que tiene Occidente por ella. En Chile, cuando pasa una ballena se arman caravanas de turistas para observarlas; para ellos es un plato exquisito", dice.

Sonia Montecinos, antropóloga de la U. de Chile, señala que "cada cultura define sus gustos alimenticios, pero sobre todo los símbolos asociados a ellos. Los japoneses poseen una larga historia culinaria, dentro de la cual consumir carne de ballena forma parte de los usos y costumbres, como lo fue para los grupos fueguinos chilenos".

Asimismo, plantea que los chilenos deberíamos escandalizarnos por las formas de producción de pollos, que, a su juicio, son "criados de manera estandarizada y lejos de lo que ha sido su desarrollo normal, plagados de hormonas nocivas para la salud".

Para el experto en cetáceos Gian Paolo Sanino, el factor cultural no cuenta para justificar la matanza de ballenas. "Japón se unió a la caza comercial recién en la etapa terminal de esta industria, en el siglo pasado, para acceder a proteínas tras la Segunda Guerra Mundial. Prueba de aquello es que los barcos cazadores son originalmente barcos de guerra modificados", dice.

"Si el argumento cultural entendido como imperfectible fuese válido, nunca habríamos abolido la esclavitud o permitido a las mujeres votar", agrega.

INDICIOS DE RECUPERACIÓN

Una de las razones que esgrimen los opositores a la caza de ballenas es el peligro en que se encuentran varias especies, pero nuevos estudios afirman que, al menos, en algunas zonas del planeta se están recuperando. Una de ellas es Alaska, EE.UU., donde se estudia la posibilidad de que la especie jorobada abandone la categoría de peligro de extinción, pues estudios demostrarían recuperación poblacional, similar a lo que ocurrió en mayo, cuando Brasil retiró a la ballena yubarta de la lista de especies amenazadas.

"La población está creciendo sostenidamente y, por tanto, hay que dirigir esfuerzos hacia otras especies”, dice Hucke.

Pero Francisco Viddi, coordinador del Programa de Conservación Marina de WWF Chile, advierte que "son necesarios más estudios para tomar una resolución así. No sólo deben considerarse los últimos datos demográficos, que podrían responder a un evento en particular que sea acotado, sino que también otros múltiples factores que pueden estar incidiendo en las fluctuaciones al alza de la población, que no sabemos si se trata de una tendencia que se mantendrá en el tiempo".