Correa adopta pragmatismo económico y se abre a acuerdos con bloques comerciales

El Presidente se ha abierto a firmar pactos como el que busca actualmente con la Unión Europea.




Se ha definido como un hombre de izquierda, protector del medioambiente e impulsor de las políticas sociales. Ahora, el Presidente de Ecuador, Rafael Correa ha comenzado también a tomar el camino del pragmatismo económico.

"Existe un cambio en el discurso, porque ahora da prioridad a los objetivos económicos por encima de los aspectos ideológicos. Aunque siempre tuvo esa posición. Sin embargo, para su discurso adoptó posiciones de la izquierda, además de las que se había nutrido del ecologismo y del movimiento indígena", dijo a La Tercera, el politólogo ecuatoriano, Wladimir Sierra.

Un ejemplo de este cambio fue la visita que el año pasado hizo el ministro de Relaciones Exteriores, Ricardo Patiño a Europa para tratar de concretar un acuerdo económico con el bloque comunitario, algo que en el comienzo de su gobierno era inimaginable. Para el diario El Comercio de Quito, las "voces antiacuerdos comerciales de su gobierno se han difuminado".

"Ingresamos a una etapa de pragmatismo, en la que el presidente está decidido a dejar un país en mejores condiciones", dijo en esa oportunidad el vicecanciller Marco Albuja. Ese periódico señala que una muestra de la flexibilización de sus posturas es que ahora considera que las empresas europeas que operan en Ecuador se deben acoger a la producción nacional. Así, si en 15 o 20 años las empresas nacionales no pueden competir con las europeas, el Estado ya no las podría proteger.

Más allá de Europa, en el radar ecuatoriano no sólo figuran entendimientos comerciales con los europeos. Francisco Rivadeneira, viceministro de Comercio Exterior, señaló recientemente que los desafíos se enfocan en lograr accesos "reales" a mercados importantes para la economía nacional, así como la atracción de inversión extranjera directa. Entre ellos figuran socios históricos y nuevos destinos. "Nuestro objetivo es mantener la capacidad de exportar bienes y servicios a Europa, Estados Unidos y América Latina", dijo.

ALIANZA DEL PACÍFICO

En este sentido, en la VII Cumbre de la Alianza del Pacífico, que se realizó en mayo del año pasado en Colombia, Ecuador fue aceptado como observador. Si bien Correa ha insistido que mientras sea presidente no se integrará a este bloque, ya existen voces en el país que piden lo contrario. Henry Kronfle, presidente del Comité Empresarial Ecuatoriano, dijo al diario local La Hora que una de las ventajas de este ingreso sería precisamente la de fortalecer la Comunidad Andina (CAN), una vez que se produjo la salida de Venezuela.

Además, considera que sería un mecanismo importante para acceder al mercado asiático y que este bloque permitiría facilidad en materia de movilización de personas y de acceso a la seguridad social. "Ecuador debe tratar de entrar a la Alianza del Pacífico", señaló Kronfle.

Por otro lado, el diario El País de Uruguay señala que en materia económica, el mandatario ecuatoriano está adoptando algunas de las medidas de austeridad "de las que una vez se burló". Por ejemplo, está considerando un fuerte recorte en los subsidios al combustible y el departamento de seguridad social ya despidió a más de 1.000 empleados.

Para el politólogo ecuatoriano Jorge León, consultado por ese diario, estas medidas habrían motivado antes la movilización de sus simpatizantes en las calles. "Hoy en día, lo que los une es más el nacionalismo que el socialismo", sostuvo. Así, añadió: "Casi no quedan izquierdistas en el gabinete".

Según el analista Sierra, Correa siempre mostró mucho pragmatismo y esto fue evidente en su decisión de impulsar la extracción de petróleo y la minería a gran escala. "Esto marca una distancia con las posiciones de izquierda", agregó.

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