Correa se ofrece como mediador en cumbre de la Unasur por conflicto sobre bases colombianas

El mandatario Rafael Correa espera actuar como "mediador" al presidir la cumbre de presidentes de Unasur convocada para que Colombia explique el alcance de una alianza militar con Washington que el Presidente ecuatoriano y otros han rechazado.

El canciller Fander Falconí dijo al canal Ecuavisa, minutos antes de partir junto a Correa rumbo a la ciudad argentina de Bariloche, que la idea es "estar a altura de las circunstancias, convertirse en mediador, buscar también los consensos respectivos en la región, justamente para lograr el objetivo central de Unasur: fortalecer los procesos de integración (y) fortalecer los procesos democráticos".

Como presidente pro témpore del organismo, Correa estará al frente de la Cumbre extraordinaria de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) y dirigirá la discusión.

La cita fue acordada ante la preocupación expresada por los jefes de estado del bloque durante una reunión en Quito el 10 de agosto, a la que no asistió Colombia, por la negociación que el gobierno de Alvaro Uribe y representantes de Estados Unidos realizaron para permitir que efectivos estadounidenses utilicen siete bases militares colombianas para lanzar operaciones antinarcóticos.

El canciller ecuatoriano reiteró que el tema "evidentemente ... es un problema regional, porque genera un proceso de desestabilización y no queremos (eso). El peor escenario sería una especie de carrera armamentista".

Señaló que "la mejor instancia de debate (de ese tema) es el diálogo de los presidentes, y el formato del diálogo es un formato abierto, es un formato respetuoso, es un formato que tiene que darse en base de argumentos".

Está previsto que el mandatario ecuatoriano mantenga una reunión con el Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, antes de la Cumbre de Unasur.

Colombia defiende la negociación del acuerdo y asegura que no pone en riesgo a terceros países.

Los gobiernos de Ecuador y Colombia mantienen rotas sus relaciones diplomáticas desde marzo de 2008, dos días después de que fuerzas militares colombianas incursionaran sin autorización en territorio ecuatoriano para atacar un campamento clandestino de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc).