Corresponsal en el court: Una semana contra la soledad




La soledad es un sentimiento latero, pero común, que podemos atravesar en varios momento de esta corta vida. Pero, lo que para muchos es un estado que pasa, en nosotros los tenistas, es parte del día a día. La falta de compañía y contacto con los seres queridos, la sensación de aislamiento es súper frecuente y es de los problemas más grandes que un joven jugador debe enfrentar al momento de competir profesionalmente.

Pero, ¿saben?, a veces no es malo. A veces es necesario estar solo y disfrutar de estar con uno mismo.

Ser tenista significa aceptar y saber incorporar una cuota importante de soledad en tu vida y claramente mucho mayor que la de otras profesiones. Uno se tiene que acostumbrar a viajar por diferentes lugares sin nadie, estar horas en aeropuertos, semanas en países donde no hablas el idioma local y a menudo hasta con cosas tan básicas como la comida que te resultan extrañas.

Se debe aprender a administrar esa soledad, porque de no hacerlo se hace imposible que uno llegue a jugar competitivamente al tenis. Enfrentarse a experiencias distintas te hacen crecer infinito, te muestran que tú eres el único responsable de sacar lo mejor de esa experiencia, y que hay que estrujar cada segundo para quedarse con los mejores aprendizajes.

Para mucha gente este sentimiento es negativo. Pero al estar tanto tiempo solo, le empiezas a encontrar el gusto a este estado de paz donde uno se encuentra con sus pensamientos más íntimos. El desafío está en no envolverse en una burbuja donde no puedes salir. Porque más que ayudarte a concentrarte, te juega en contra y te saca del torneo o del partido que estás viviendo.

Cuando esto me empieza a pasar es cuando yo echo de menos a mis papás, a mis hermanos, mis familiares y amigos, y necesito volver a Chile para disfrutar de la otra cara que tiene la vida. La de estar con los seres queridos y que te regaloneen un rato, que te hagan asado, huevos revueltos y todo eso que en definitiva que te carga pilas para volver a empezar. Algo de eso, sin dejar de cumplir con mi pasión y mi trabajo, es lo que estoy sintiendo y disfrutando estos días. Nada como jugar al tenis en tu propia casa.

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