Corte obliga a instituto de Providencia a matricular a joven discapacitada
Tribunal acogió recurso de Catalina Rosselot Abu-Gosh quien acusó discriminación tras no ser aceptada por su condición física, como alumna de fotografía.
La Novena Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago, obligó a la Escuela de Foto Arte de Chile de Providencia, a matricular y permitir que curse la carrera de fotografía, Catalina Rosselot Abu-Gosh. La joven había presentado un recurso de protección alegando discriminación por su condición física.
En 2003, producto de un accidente, Catalina quedó parapléjica y obligada a usar silla de ruedas. Sin embargo, a pesar de esta discapacidad hizo su vida normalmente. Al terminar la enseñanza media quiso estudiar fotografía y se matriculó en el citado instituto. No hubo problemas, pero un mes después el director del recinto le comunicó por teléfono que no la aceptaban como alumna por su condición física, que la carrera no era apta para ella y que el instituto no contaba con la infraestructura para recibirla.
La Corte acogió el recurso de la joven y obligó al instituto a pagar el costo del juicio y aceptarla para que curse la carrera. "Atendido los antecedentes esta Corte estima que la negativa del instituto de aceptar la matrícula de Catalina Rosselot Abu-Gosh, atendida la falta de argumentación del recurrido, importó un acto de discriminación o desigualdad de trato e ilegal. Estos sentenciadores entienden que la recurrente recibió un trato de inferioridad con motivo de su descapacidad física sin que se haya podido explicar las razones de tal discriminación", asegura el fallo del tribunal.
Frente a esto, Hernán Soza, director del instituto, dijo a La Tercera que la Corte de Apelaciones no les consultó por esta situación. Indicó que "no se ha negado nunca la matrícula" a la joven, "lo que pasa es que un familiar de ella entendió mal las cosas y en vez de ir a un juzgado d epolicía local, interpuso un recurso de protección en la Corte de Apelaciones, donde lógicamente dicen que tiene derecho a estudiar. Ella tiene su cupo y nos honra que pueda estudiar con nosotros".
Soza reiteró que fue un mal entendido de un familiar de la joven y no de ella, porque "con ella no he tenido la posibilidad de conversar porque no ha seguido el proceso de matrícula formal".
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