Crisis por armas químicas fortalece a Assad en Siria

El presidente cumple con los pasos del desarme pactado por Rusia y EE.UU., mientras la oposición se desgarra internamente.




A comienzos de semana, el gobierno del Presidente sirio, Bashar Assad, anunció que había recuperado el control de una importante carretera que une Damasco con la costa mediterránea. Meses atrás, esta acción militar  habría sido vista como un avance más del régimen en el marco de la guerra civil que se desarrolla en Siria, desde marzo de 2011.

Sin embargo, para Assad, hoy es esencial que el mundo sepa que nuevamente domina esa vía terrestre, pues por ella deberán pasar las armas químicas confiscadas, que serán destruidas fuera del país, como parte de un acuerdo logrado en septiembre entre EE.UU. y Rusia.

Esto, luego de que este tipo de armamento (incluido gas sarín) se usara contra la población civil en barrios ubicados en las afueras de Damasco, el 21 de agosto pasado, acción que dejó cientos de muertos y por la que tanto rebeldes como el régimen se responsabilizaron mutuamente. Se suma, además, la revelación ayer de que el reporte de los inspectores de la ONU establece que posiblemente se usaron armas químicas en otros cuatro lugares de Siria este año, aunque sin hablar de responsables.

A casi un mes de celebrarse en Suiza una conferencia de paz para consensuar una salida política al conflicto, para Assad es vital que la comunidad internacional observe que coopera con la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (Opaq), pues mientras lo haga, ningún miembro del Consejo de Seguridad abrirá un caso en su contra en la Corte Penal Internacional, según dijeron fuentes diplomáticas al semanario estadounidense Newsweek.

Hasta ahora, Assad ha cumplido: Siria se sumó a la Convención de Armas Químicas y destruyó los laboratorios en que elaboraba estas armas. "Sabe el know-how, por lo que si quiere puede renovar el programa químico a futuro. Pero por ahora y mientras coopere con el equipo (de la Opaq), todos tienen interés de que siga en el poder", afirmó un diplomático a Newsweek. Así y ad portas de la reunión en Montreux, Suiza, Assad "ha resistido la crisis apareciendo como (un hombre) razonable, racional y listo para el compromiso", afirmó en un análisis Richard Engel, jefe de los corresponsales extranjeros de la cadena NBC.

Assad también ha explotado a su favor la crisis interna que afecta a los rebeldes, a quienes tilda de "terroristas". Cada vez más la oposición siria es relacionada con Al Qaeda, conforme las facciones islamistas crecen en número e influencia, en desmedro de los opositores moderados que lideraron el alzamiento contra el régimen en un primer momento.

El avance islamista se ha transformado en todo un reto para las potencias occidentales que han apoyado a la oposición. Sin ir más lejos, esta semana, Estados Unidos y Reino Unido interrumpieron el envío de ayuda no letal a las unidades del Ejército Libre de Siria que operan en el norte, luego de que el recientemente conformado Frente Islámico (también opositor) asaltara un depósito de sus aliados del ELS ubicado en dicha zona.

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