Cristina Kirchner se juega su futuro político en los comicios legislativos

Llegar a Florencio Varela demora más de una hora en auto desde el centro de Buenos Aires. Ubicado al sur del conurbano, este distrito está a unos 30 kilómetros de la capital. Para llegar hasta aquí, hay que tomar la autopista que une Buenos Aires con La Plata. El camino desemboca en la entrada de esta localidad que, a simple vista, no parece kirchnerista. Pero un mural en blanco y celeste con las letras CFK anuncia que aquí el kirchnerismo se vive y se respira.

Unas calles más allá se divisan afiches de Unión Ciudadana, el partido de Cristina Fernández creado para las elecciones legislativas de mañana. En este distrito de la provincia de Buenos Aires, se calcula que casi la mitad de sus 426.000 habitantes está por debajo de la línea de la pobreza.

En Monteagudo, la calle peatonal en el centro de Florencio Varela, es raro encontrar a alguien que sea partidario del Presidente Mauricio Macri. La mayoría lo critica por las alzas de los servicios que ha impulsado su gobierno y muchos esperan que Cristina Kirchner frene los aumentos una vez que llegue al Senado.

"Estos dos años de gobierno han sido malos", comenta Ramona, una mujer de 61 años. "Ojalá que gane Cristina. Cuando estaba ella estábamos mejor. Se podía comprar cosas, te alcanzaba para todo. Ahora no alcanza para nada. Todo ha subido", agrega. Su esposo, que no quiso dar su nombre, apunta con ironía: "Antes teníamos para hacer asados todos los domingos. Ahora para un asado para cuatro o cinco personas fácilmente te gastas $2.500 pesos (unos US$ 143). Antes era la mitad".

Pablo Montero, de 43 años, fotógrafo y dueño de un kiosco, afirma que ha habido "un cambio para mal a nivel económico. Era algo previsible. Pero para el populacho, el de pueblo, es algo malo. A los poderosos seguramente les está yendo muy bien. Estás mucho más ajustado en tu presupuesto. Por ejemplo en lo más básico: comer".

Entre tanto habitante kirchnerista, no es raro que Cristina Fernández eligiera este distrito para relanzar su candidatura al Senado en septiembre. La ex mandataria sabe que aquí tiene un gran caudal de votos, donde incluso no es necesario hacer campaña en las calles. Aquí está su feudo y uno de sus bastiones.

En las primarias de agosto, la ex Presidenta obtuvo en Florencio Varela una cómoda ventaja, con un respaldo del 49%, mientras que Cambiemos, el partido de Macri obtuvo un 22%. Así, se espera que Cristina se imponga en Varela una vez más, aunque su lista podría terminar perdiendo en el resto de la provincia de Buenos Aires, tradicionalmente peronista aunque ahora gobernada por el macrismo con María Eugenia Vidal a la cabeza. De hecho, la ex mandataria se impuso por apenas un 0,21% al candidato de Cambiemos, Esteban Bullrich, en las primarias.

Por eso, para Cristina K, la jornada de mañana es clave. Los resultados definirán su futuro en la política, tanto como líder de la oposición como futura carta presidencial en 2019.

Como el sistema argentino funciona por lista, CFK tiene prácticamente asegurado un cupo en el Senado. Sin embargo, para ella es vital ganarle a Bullrich. Según los analistas, si su contrincante le gana en la provincia de Buenos Aires, quedará debilitada como líder de la oposición. Así, aquello reordenaría las fuerzas peronistas.

Tras ocho años de gobierno, Cristina K intenta demostrar que sigue vigente. Y no sólo para frenar desde la Cámara Alta el proyecto macrista, sino que su cargo de senadora le dará fuero en el marco de los numerosos procesos judiciales que enfrenta.

No obstante, como señaló a La Tercera Laura Di Marco, biógrafa de la ex Presidenta, una derrota sería "el principio del fin del cristinismo".

Los analistas coinciden que un traspié en las legislativas generará un terremoto en el kirchnerismo. "Va a ser una crisis importante. En ningún caso creo que el kirchnerismo quede en condiciones de liderar el conjunto del peronismo", dice a La Tercera el analista político Julio Burdman.

A pesar de que este cientista político sostiene que la contienda está más reñida de lo que señalan las encuestas, plantea que se está ante una situación "muy particular" porque el kirchnerismo "ni va a terminar de morir, ni va a estar en condiciones de liderar (la oposición). Va a quedar en una situación gris, lo que es un problema para el peronismo".

En esto coincide el politólogo Rosendo Fraga: "Ganando la provincia de Buenos Aires, (Cristina K) se revitaliza, en caso contrario, declina. En el Senado será una voz que puede alinear uno de cada cuatro senadores del peronismo.