¿Cuáles son las enfermedades en que más se usa el Auge?
Balance de sus 11 años da cuenta de que urgencias odontológicas e infecciones respiratorias lideran el listado. Estadísticas muestran diferencias en regiones, lo que, según expertos, refleja perfiles epidemiológicos.
Las urgencias odontológicas ambulatorias, las infecciones respiratorias agudas y el cáncer cervicouterino son los problemas Auge con más casos creados a nivel nacional durante los 11 años de funcionamiento que lleva el plan. Así lo revela un oficio enviado al Senado por el Fondo Nacional de Salud (Fonasa), que desglosa los casos según las enfermedades del programa en cada región del país.
En total, entre 2005, año en que debutó el plan, y septiembre de 2016, se han creado 27.685.234 casos, y de éstos, el 13,8% corresponde a urgencias odontológicas ambulatorias, con 3.819.989 atenciones, seguido por casos de Infección Respiratoria Aguda (IRA), con 3.473.202, es decir un 12,5%, y en tercer lugar, cáncer cervicouterino, con 3.391.169 casos, un 12,2%.
Se trata de problemas que están presentes en el perfil epidemiológico del país. Mientras las urgencias odontológicas dominan por ser una emergencia ambulatoria frecuente, la IRA es habitual en los períodos de influenza en invierno, y el cáncer cervicouterino es hoy la segunda causa de muerte en mujeres de entre 20 y 44 años.
Además, según Jaime Mañalich, ex ministro de Salud, los datos muestran que "lo que hace el Auge, a través de sus decretos, es priorizar enfermedades de acuerdo a la prevalencia que existe, la posibilidad de resolver el problema y, finalmente, la situación financiera de esa patología".
El Auge es un programa creado en 2005 -partió con sólo 25 enfermedades- y consiste en garantías relativas al acceso, calidad, protección financiera y oportunidad para las prestaciones médicas que cubren los 80 problemas que desde 2013 componen el plan. Tanto Fonasa como las isapres deben asegurar estas garantías a sus usuarios.
Según Fonasa, en la década de operación que ha tenido el plan "se ha pasado de un sistema que monitoreaba y evaluaba prestaciones realizadas, a un sistema que registra, mide y sigue individualmente a las personas en cuanto a sujetos de derecho".
El programa cuenta con plazos de oportunidad, es decir, que "cada patología tiene tiempos establecidos de acuerdo a sus necesidades que están por decreto de ley, y esto sería la gran diferencia con otro tipo de prestaciones. Son tiempos de espera límite, pero existen problemas con listas de espera cuando no se cumplen estos plazos", explica Francisca Rodríguez, académica de la Facultad de Medicina de la U. San Sebastián.
Perfil regional
De acuerdo a las estadísticas, se pueden hallar diferencias en los problemas dependiendo de las zonas geográficas. Así, por ejemplo, en Arica y Parinacota, Coquimbo y El Maule, el cáncer cervicouterino es el principal problema a tratar en el Auge, esto debido a que en esas regiones hay altos índices de patologías oncológicas y, de hecho, el cáncer se convirtió en 2014 en la principal causa de muerte en esa región, Antofagasta, Coquimbo y Los Lagos.
Por otra parte, en La Araucanía y Los Ríos, el quinto problema más atendido es el infarto agudo del miocardio, con 87.191 y 67.389 casos, respectivamente, lo que tiene relación con la epidemiología regional, ya que en el sur son más frecuentes las enfermedades cardiovasculares.
Mauricio Osorio, director de la Escuela de Medicina de la U. de Santiago, indica que el programa "permite que las diferencias poblacionales, nacidas por factores como el ambiente o hereditarios de las personas de la zona, se expresen mediante el uso del Auge, manifestándose en estos perfiles".
Según Fonasa, aunque en la utilización de este plan influyen distintas variables, como el perfil epidemiológico de la población que puede variar de una región a otra, también "influye el grado de información de la población y las redes de atención definidas, entre otras. Por lo tanto, la tasa de uso no necesariamente puede reflejar exactamente el perfil epidemiológico de una región o localidad".
En el caso del sistema privado de salud, el uso del Auge ha tenido un aumento en los últimos años y más de un millón de beneficiarios se ha tratado con la cobertura del plan. Gonzalo Simon, gerente de Desarrollo de la Asociación de Isapres, sostiene que "lo que hace es complementar el plan de salud que las personas tienen, por lo que agrega beneficios". Mientras, los problemas más usados difieren del total nacional, ya que la cobertura está en los programas ofrecidos por las aseguradores. Por esto, "los cánceres y las atenciones mentales son más importantes para la población que recibe beneficios a través de las isapres", afirma Simon.
Desafíos para el plan
Con más de una década en funcionamiento y el último decreto publicado el año pasado, el Auge se ha consolidado como un programa de alto uso en el sistema de salud, pero, pese a esto, aún quedan debilidades por reparar. Para Mañalich, "la salud tiene que ser abordada desde un punto más preventivo, como un todo y no sólo cuando la persona acuda a un servicio de urgencia. El Auge mira enfermedades específicas, pero no el conjunto de condiciones, esa mirada es necesaria para mejorar las coberturas y la prevención de estas enfermedades".
Rosa Montero, presidenta de Artritis Juvenil, patología incorporada en 2010, dice que sin este plan sería imposible poder acceder a tratamientos y que "una de las mayores fortalezas son los medicamentos garantizados". Sin embargo, indica que "no tenemos la cantidad de profesionales que se requieren, no sólo especialistas, sino que muchos médicos de regiones aún no tienen el conocimiento para diagnosticar, lo que retarda entrar al sistema".
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