Cuarón: "Quería que el espectador se sintiera como el tercer astronauta"
Gravedad, de Alfonso Cuarón, es una de las revelaciones del año. El director y Sandra Bullock hablan de la cinta que llega el jueves.
James Cameron se ha referido a ella como la mejor película espacial nunca hecha. Quentin Tarantino acaba de mencionarla entre lo mejor de la temporada. Gravedad, el último proyecto coescrito y dirigido por el mexicano Alfonso Cuarón (51), se ha convertido en la revelación cinematográfica del año.
La cinta con Sandra Bullock y George Clooney se estrenó en la taquilla estadounidense el fin de semana pasado y llega el jueves a Chile. La recaudación (US$ 83 millones en el mundo) y la crítica han respaldado este drama de 90 minutos, una aventura que lleva a sus protagonistas al límite.
En Gravedad, Bullock se pone en la piel y el atlético cuerpo de la doctora Ryan Stone, en su primera misión en un transbordador espacial. Un accidente los dejará a ella y al veterano astronauta Matt Kowalski (Clooney) solos en la inmensidad del universo luchando por sobrevivir.
Cuarón expone esta premisa en una primera toma de 17 minutos. Un plano secuencia complejo y magistral con el que regresa al cine después de siete años desde Children of Men.
"Tienes la cámara flotando alrededor de los astronautas, como en un documental sobre el espacio", explica el cineasta durante el reciente Festival de Toronto. "Llega un momento en el que todo parece incluso banal, hasta que se desata el desastre". Un desastre relatado en tres dimensiones. Un formato con el que Cuarón quería trabajar, dice, desde que empezó a escribir el guión de esta película con su hijo, Jonás (30). "Queríamos esa sensación de inmersión. Queríamos que la audiencia sintiera que es como un tercer astronauta, que está en la escena junto a nuestros personajes", explica.
El mexicano, que bromea sobre el hecho de que trabajar con su hijo le ha permitido contratar mano de obra barata, también reconoce que fue Jonás quien lo inspiró para contar esta historia. "A él se le ocurrió la idea inicial. Ahora mismo se está preparando para dirigir un filme titulado Desierto, que ha escrito. Vino a mí con ese guión para que le diera anotaciones. Leí el guión y le dije: 'No tengo tantas cosas que decirte sobre él excepto que quiero que me ayudes a escribir algo como esto. Una historia concisa, que hable de todos estos temas y con el mínimo diálogo posible'. Y ahí empezamos. Dos escritores colaborando".
Los Cuarón apuntan a la adversidad y cómo la superamos como el tema subyacente en su filme. Algo que ellos mismos tuvieron que confrontar para sacar adelante este proyecto. "Nos ha llevado cuatro años y medio hacer esta película", dice el director. "Cuando empezamos no existía la tecnología para conseguir lo que queríamos. Tuvimos que inventarla nosotros mismos".
"Fue algo completamente nuevo para mí", dice Sandra Bullock sobre el rodaje. "Un poco es como si formara parte de Cirque du Soleil. Teníamos una especie de caja de unos tres metros por cuatro metros y elevada en un mar de negrura. La cámara estaba montada sobre unas vías y se te acercaba con rapidez para crear esa sensación de falta de gravedad. Había también un sistema de cables con el que básicamente estabas flotando y siendo manipulada como una marioneta. Teníamos una serie de artilugios de lo más extraños. Es increíble todo lo que se les ocurrió".
ENTRENAMIENTO
Los equilibrismos de Bullock en el set de Gravedad parecen no haber sido en vano. El nombre de la actriz, que durante gran parte de la película se encuentra completamente sola en la pantalla, suena mucho para la que sería su segunda nominación al Oscar.
Bullock no se ha tomado a la ligera la preparación de este personaje. "Quería que físicamente tuviera un aspecto determinado. Empecé a entrenar meses antes de la filmación. Y durante el rodaje para mí no había pausa para comer, seguía entrenándome. Emocionalmente, no tenía idea de lo que me iba a traer el día. La mayor parte del tiempo intentaba no enfadarme con Alfonso (risas). Aunque en realidad estuviera frustrada conmigo misma, porque no tenía las herramientas a las que estoy acostumbrada para ayudarme a llegar donde quería".
Cuarón celebra las dotes de su protagonista. "Si la gente supiera todo lo que ha implicado hacer cada uno de estos planos. Fue todo un reto, porque Sandra tenía que ser muy precisa. Estoy hablando de precisión milimétrica y hacer creer a la vez que todo está fluyendo. Su disciplina da un poco de miedo, debe ser su lado alemán", se ríe.
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