Damien Perquins: El "francés" que juega por Polonia

El defensa decidió jugar por el equipo de sus antepasados superando los problemas con el ididoma y ataques xenófobos.




"Quería ir al encuentro de la vida de mis antepasados, hoy eso es un orgullo y no me arrepiento de mi decisión", así responde Damien Perquis, francés de nacimiento pero internacional con Polonia  en la Erocopa, cuando se le pregunta por su historia.

El sólido defensa del Sochaux francés, nacido en Troyes, una ciudad no muy lejos de París, decidió responder "oui" a la llamada de la selección de fútbol de Polonia, cuando se planteó la posibilidad de obtener una nueva nacionalidad gracias a su abuela.

"Estoy contento de haber hecho lo que hice", señaló Perquis, cuyo primer partido con el equipo nacional polaco se remonta únicamente al 6 de septiembre de 2011 (2-2 contra Alemania).

"Mi abuela (que pidió la nacionalidad polaca para que su nieto pudiera  tenerla) hablaba del lugar como si fuera su país, su vida. En las reuniones de familia, se hablaba de Polonia, se escuchaba música polaca... Nuestra familia no olvida sus raíces y ver a uno de los suyos representar al país al más alto nivel nos llena de orgullo", explica.

Su integración en la selección polaca no ha sido fácil. Además de la barrera del idioma, Perquis ha tenido que hacer frente también a comentarios xenófobos por parte, por ejemplo, del exportero internacional Jan Tomaszewski, actual diputado del partido de la oposición Derecho y Justicia (PiS), conservador y nacionalista.

Tomaszewski, opuesto radicalmente a la presencia de jugadores alemanes o franceses en la selección, atacó especialmente a Perquis, calificándole de "desecho francés" y "desecho del fútbol que no ha sabido triunfar en su país".

"Me sorprendió, pero no me derrotó", reaccionó el defensa central de 28 años. "Todo lo que dijo esa persona para mí no significa nada, es como transparente, no lo veo. Lo hice (presentar una denuncia) por la imagen de mi familia, porque no se trataba únicamente de mí. Detrás de mí tengo a mi gente, ahí está mi abuela", sentencia.

Damien Perquis afirma no haber "sentido nunca odio entre los ciudadanos"  polacos y quiere, por encima de todo, responder en el terreno de juego.

En su proceso de acercamiento al equipo polaco ha tenido su importancia en la progresiva adaptación el seleccionador del país, Franciszek Smuda, que lo incluyó en la lista de 23 para la Eurocopa pese a que el defensa no había  jugado en los tres meses anteriores por una fractura en el húmero izquierdo.

"Me he recuperado bien, me falta un poco de fuerza, pero es algo que va a ir volviendo", afirmaba Perquis a mediados de mayo, confiando en poder llegar al torneo y lograr un buen resultado para Polonia, país coanfitrión y que comenzará en el asequible grupo A, junto a griegos, checos y rusos.

El exdefensa del Troyes y del Saint-Etienne, que luce el número 15 con Polonia, volvió a jugar el sábado 26 de mayo en un partido amistoso contra  Eslovaquia (7 encuentros como internacional después de un amistoso en junio) y no podía soñar con un regreso mejor: consiguió el tanto de la victoria (1-0).

Otro francés de nacimiento y 'nuevo polaco' le acompaña en la aventura, Ludovic Obraniak, que ha vivido un proceso similar al suyo y que ha tenido que vencer las mismas resistencias.

"Él fue quien me animó cuando llegué al equipo", afirmó Perquis, agradecido al jugador del Burdeos.

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