Daniel Radcliffe: "Cuando hay una gran historia, no importa si es para cine, TV o radio"
El actor de la saga de Harry Potter habla con <b>La Tercera</b> de A young doctors notebook, de HBO.
Ya han pasado dos años desde que la saga de Harry Potter tuvo su despedida de la pantalla, pero el papel del niño mago sigue siendo por lejos lo más relevante en la carrera de Daniel Radcliffe (23), quien luego de esa cinta ha participado de obras de teatro, un puñado de películas -varias aún por estrenar- y una miniserie para la televisión inglesa. Se trata de A young doctor's notebook, una producción de cuatro episodios que es la razón para la que el actor conteste el teléfono, luego de que queda clara la instrucción de que no se le pueden hacer preguntas sobre la franquicia fílmica que lo lanzó a la fama.
A pesar de la advertencia, Radcliffe habla con La Tercera con voz amable y se entusiasma entregando detalles del proyecto que debutó en diciembre en Inglaterra, que llegará a Chile el 20 de julio por HBO y que está basado en una novela del ruso Mikhail Bulgakov. "Yo ya era un fanático de Bulgakov, pero eso no lo sabían los productores cuando me contactaron, entonces pensaron que no me iba a interesar tanto y que me iban a tener que convencer, pero no fue necesario. Me sumé en el momento en que leí el guión. Supe de inmediato que quería hacerlo", recuerda.
La historia de A young doctor's notebook es la de un doctor que, en la Rusia de 1917 -el año de la Revolución en ese país-, tiene su primer trabajo como el médico de la única consulta de un pequeño y remoto pueblo. Mientras él da sus primeros pasos, tiene conversaciones con una versión 20 años mayor -y bastante demacrada- de sí mismo, que aparece para darle consejos. Ese hombre mayor es interpretado por Jon Hamm (42), el protagonista de Mad men, que aquí también tiene créditos como productor, y que fue quien tuvo la idea de ofrecerle el papel protagónico a Radcliffe. "Me halaga mucho que Jon haya querido que yo hiciera una versión más joven de él", dice riendo, y agrega: "Es un tipo muy agradable, fue fantástico estar en el set con él".
Considerando que tenían que interpretar al mismo personaje en dos etapas de su vida, Hamm y Radcliffe trabajaron juntos para desarrollar similitudes en sus actuaciones. "Al principio nos enfocamos en encontrar ciertas cosas físicas a las que aferrarnos y una cosa que ambos hacemos con el personaje, aparte de fumar todo el tiempo, es que cuando estamos nerviosos o entrando en pánico nos damos un pequeño tirón en la oreja. Fuera de eso, lo que hicimos fue estudiar al otro, pero de todas formas yo estoy interpretando al doctor en una etapa mucho más joven e insegura, entonces me interesaba mostrar ese pánico juvenil y el desastre que viene con el aparentar que sabes lo que estás haciendo y también -sobre todo hacia el final de la serie- algunas pistas de quién es este personaje en que se va a convertir", adelanta.
El resultado es una producción que mezcla drama y comedia, y que Radcliffe define como "brillante": "Como conocía bien el libro, cuando me hablaron del proyecto tuve una preocupación de cómo iban a lograr expresar esa riquísima vida interna que tiene el personaje. Entonces me pareció que la idea de tener al doctor en su etapa mayor recordando su juventud y haciendo un paseo por su vida, es algo brillante y permite ver a los dos personajes por separado y al mismo tiempo entender cómo uno de ellos se termina transformando en el otro. Creo que logra que la serie no sólo sea la historia de un médico, sino que una maravillosa meditación sobre la naturaleza de la memoria, de cómo recordamos las cosas, miramos atrás y anhelamos tener la capacidad de cambiar el pasado".
Este es su primer trabajo en una serie de televisión. ¿Qué lo motivó a dar ese paso?
Si alguien me hubiera dicho que iba a hacer esta historia en el cine, también me hubiera interesado. La verdad es que no se trata del medio, sino de la historia que estás contando. Cuando hay una gran historia y quieres formar parte de ella, no importa si es para cine, televisión o radio. Este es uno de mis autores favoritos y uno de mis libros favoritos, así que eso fue lo que me llamó la atención.
De todas formas, ¿qué le pareció el proceso de trabajar en una producción para TV?
Me encantó, porque fue todo tan rápido. Las películas son más lentas, sobre todo cuando son independientes: no es raro que pasen tres o cuatro años en todo el proceso. Pero en este caso, me sugirieron la idea en febrero del año pasado, el guión estaba listo en abril, nos pusimos a grabar en junio y se estrenó en diciembre, y eso es muy satisfactorio. Además, que se haya filmado en 20 días significó que fuera un proyecto perfecto para mí y para Jon, porque él está muy ocupado con Mad men y yo también estoy involucrado con otras películas".
Además de los diálogos entre las dos versiones del doctor Vladimir Bomgard, la serie incluye varias escenas muy gráficas de procedimientos que el joven médico tiene que hacer con una cantidad muy limitada de implementos. "Fue muy divertido hacer esas escenas, son muy sangrientas y muy desordenadas, así que es lo apropiado que la gente tenga una reacción de asco, pero también creo que deberían sentir el miedo del doctor y la presión que imponen las personas que lo rodean y que casi están esperando que cometa un error mientras tiene la vida de una chica en sus manos. Son escenas gráficas, pero también son divertidas", adelanta, y luego añade: "Me parece que la comedia y la tragedia son inseparables y funcionan mejor cuando están juntas".
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