De acero templado: Martín Rodríguez, revelación del torneo

Martín Rodríguez fue la revelación del torneo. El volante de Huachipato brilló en el esquema de Mario Salas.




Varios encuestados preguntaron si el nombre de Martín Rodríguez era una opción válida para ser elegido como la revelación del torneo. El aplomo y la propiedad con que el volante de Huachipato asumió la conducción de Mario Salas, tanto a nivel local como en la Copa Sudamericana, provocó que varios llegaran a pensar que se trataba de un jugador experimentado.

El atacameño, de sólo 20 años, debutó en 2011 en el primer equipo de la usina. Cuatro años antes, Universidad de Chile había descartado su fichaje. Como a muchas estrellas que fueron rechazadas antes de brillar, lo encontraron bajo y esmirriado. En 2008 partió a Talcahuano.

Al primer equipo de la usina lo promovió Arturo Salah. Sin embargo, sólo hace un  año adquirió mayor protagonismo. Jorge Pellicer le entregó la conducción del equipo. Integró el plantel que se adjudicó la corona del Clausura 2012, el segundo título en la historia del club y por el que esperaron durante 38 años.

Su consagración pudo llegar al año siguiente. Pero el sueño que cumplía se transformaba en la primera pesadilla de su carrera: en el partido frente a Fluminense, por la Copa Libertadores, en Río de Janeiro, sufrió una ruptura de los ligamentos cruzados de la rodilla izquierda.

Sin embargo, este año sólo supo de satisfacciones: no sólo se consolidó como titular. También fue convocado por Jorge Sampaoli para los amistosos frente a México y Haití. El 9 de septiembre, ante los centroamericanos, disputó sus primeros 25 minutos con la Roja.

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