Descubren misterioso cementerio en Egipto con un millón de momias

Los arqueólogos desconocen el lugar de origen de los cuerpos, de los que destaca un hombre de más de dos metros de altura, algo difícil en la época.




Arqueólogos del Departamento de Escritura Antigua en la Universidad Brigham Young (BYU) aseguran haber encontrado cerca de 1.700 cuerpos en el sector de Fag el-Gamous, a 100 kilómetros de El Cairo.

Sin embargo, los expertos indican que debido a la amplitud del terreno y la densidad del descubrimiento, lo más probable es que el cementerio albergue al menos un millón de entierros.

"El cementerio está densamente poblada. En una plaza que es de 5x5 metros de ancho y poco más de 2 metros de profundidad, encontramos unos 40 entierros", aseguran los expertos.

De acuerdo a Kerry Muhlestein, investigador que ha examinado el área por 30 años, los cuerpos fueron ubicados hace 1.500 años, entre los siglos I al VII, aunque quedan dudas sobre el por qué de la elección del sitio debido a que el único pueblo cercano ha sido considerado demasiado pequeño para un cementerio. Además, cada asentamiento importante tenía sus propios lugares para enterrar a los fallecidos.

"Es difícil saber el lugar de origen de todas estas personas", indicó el experto, agregando que los cuerpos pertenecen "a ciudadanos comunes, en lugar de la realeza".

Otro hallazgo interesante señala que los cadáveres parecían estar agrupados por el color del pelo, con una sección que contiene los restos de las personas con el pelo rubio y otro para aquellos con el pelo rojo.

Asimismo, los investigadores detallan que las momias no fueron enterradas en ataúdes y su proceso de momificación fue distinto, ya que se consideró el entorno natural árido: "los entierros no están en las tumbas, sino más bien en un campo de arena", dijeron los expertos.

En el entierro también se encontraron varios objetos, incluyendo cristalería, joyería, ropa de cama y unos botines de colores pertenecientes a un niño momificado envuelto en una túnica, con un collar y brazaletes en cada brazo. Al parecer murió a los 18 meses de vida y conserva en buen estado los dedos de los pies y las uñas, el cerebro y la lengua.

El descubrimiento también destaca a un hombre de 2,13 metros de altura, una altura extraordinaria dada la generalmente mala nutrición de las personas de la época.

"Incluso con gran nutrición, es muy inusual para un individuo llegar a esa altura", afirma Kerry Muhlestein, quien agrega que "sin embargo, esta condición podría estar determinada por un exceso de la hormona del crecimiento.

Fuente: Live Science

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