Desgarros, sanciones y cortes: Jara cierra un 2016 para el olvido
Salvo por su correcta actuación en la Copa América Centenario, el defensor tuvo un año negro con Universidad de Chile. Fue el refuerzo más decepcionante.
El fútbol chileno se frotaba las manos por tener a uno de sus seleccionados ilustres de vuelta. Gonzalo Jara, que en 2009 había partido de Colo Colo hacia Inglaterra, ahora tomaba las maletas desde Alemania para jugar en el equipo de sus amores, Universidad de Chile. Sin embargo, el año se cierra con un accidente casero que le impedirá jugar en la China Cup. Una anécdota más para un 2016 espantoso.
El de Hualpén volvió con bombos y platillos al fútbol chileno, y su estreno fue alentador. Fue parte del 8-1 que la U le hizo a O'Higgins en enero. Sin embargo, en su tercer partido oficial, ante River Plate en Uruguay, el seleccionado se desgarró y no pudo impedir que su equipo quedara eliminado inesperadamente en la primera ronda de la Copa Libertadores ante un rival bastante débil en el papel.
Jarita volvió a defender a los azules en marzo, pero su rendimiento en el Torneo de Clausura fue, por lo bajo, decepcionante. La U estuvo más cerca de descender que de pelear el campeonato, y en la mayoría de los 10 encuentros que disputó, el central estuvo muy bajo del nivel esperado.
El defensor había llegado al CDA como uno de los más solicitados por Sebastián Beccacece, a quien conocía de la selección chilena. Sin embargo, ni en el torneo del primer semestre, ni en el Apertura, le cumplió a su técnico. Cuando parecía que estaba retomando una regularidad en su rendimiento, en la quinta fecha del 27 de agosto, Jara explotó contra la UC: hizo un autogol, se enfrascó en una patética discusión con Buonanotte, a quien escupió, y salió desgarrado. No volvería a jugar por la U hasta noviembre en el torneo nacional, donde fue suspendido por seis fechas. Y cuando el entrenador que lo trajo ya llevaba un buen tiempo despedido.
La U no levantó, y el zaguero solo alcanzó a jugar tres partidos de la era Castañeda-Musrri después de su retorno. Para peor, en Copa Chile, casi le entregó en bandeja la clasificación a semifinales a Católica. En la ida de cuartos de final, le hizo un penal infantil (discutible, pero infantil) a Fuenzalida y después se ganó una tarjeta roja por doble amonestación. Recién era el primer tiempo, y uno de los jugadores más avezados del plantel laico le daba en bandeja el paso a la siguiente ronda a uno de sus archirrivales.
A nivel de selección, Jara se ha mantenido como uno de los defensores que no se cambian. Su titularidad no ha cambiado, y fue parte de la obtención de la Copa Centenario con un rendimiento oscilante, al igual que en Eliminatorias. Pero ahora no podrá defender a Chile en la China Cup, producto de un accidente casero en el que se cortó la planta del pie. Un final insólito para una temporada en la que uno de los centrales con más renombre en el fútbol chileno se transformó en un fiasco a nivel local.
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