Desórdenes entre israelíes y palestinos en Cisjordania

Los choques, se produjeron tras la decisión israelí de incluir en la lista de lugares considerados como patrimonio histórico judío lugares de culto tanto para esa religión como para musulmanes.




Hoy se produjeron desórdenes en la ciudad cisjordana de Hebrón, al término de la plegaria de los viernes, con choques entre palestinos y militares israelíes.

De acuerdo a un portavoz del ejército israelí, jóvenes palestinos lanzaron piedras contra soldados  en controles de carretera en la parte de la ciudad que controla el Estado hebreo, a lo que los uniformados respondieron con medidas de control. Testigos contaron que utilizaron gases lacrimógenos y balas de goma. Además un joven fue arrestado.

De acuerdo a testigos, la mayor tensión, se vivió en inmediaciones de la Tumba de los Patriarcas, un lugar de culto  fundamental para musulmanes y judíos.

Las protestas palestinas son atribuidas al gran malestar que causó la decisión de la semana pasada del gobierno israelí de incluir en la lista de lugares considerados como patrimonio histórico judío a las Tumbas de los Patriarcas, ubicadas en Hebrón y a la Tumba de Rachel, en Belén, ambos "lugares santos" también para  los musulmanes.

El primer ministro palestino, Salam Fayad, también acudió hoy en la controvertida mezquita de Hebrón, en una muestra de rechazó a la acción israelí.

"Esta ciudad y este lugar son parte de los territorios ocupados en 1967", dijo tras abandonar la mezquita. "Es en esta tierra palestina donde debe establecerse nuestro Estado", añadió. "No puede haber progreso positivo (en el proceso de paz) si nuestro derecho de un estado en las fronteras anteriores a 1967 no se reconoce", declaró.

La medida, además de originar quejas de todos los grupos palestinos, causó malestar en gobiernos occidentales como los de Francia y Estados Unidos, que dijeron que con esto se agravará el conflicto  en Medio Oriente.

Ante ello, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, declaró el jueves que "fue un malentendido, nosotros no queremos de ningún modo alterar el status quo y mantendremos la libertad de culto dentro de los sitios, sea para los judíos como para los  musulmanes".

Según Netanyahu, la inclusión de los dos lugares en la lista del patrimonio que Israel busca tutelar por haber sido declarado "herencia nacional",  sólo expresa la voluntad del gobierno de "restaurar" ambos  sitios.

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