Destile póstumo de Alexander McQueen reveló una fiesta de colores y texturas
La colección mostrada ayer en París celebró la habilidad y pasión del fallecido modisto por el espectáculo.
"Cada pieza es única, como era él", esas sencillas palabras al final del evento privado que mostró la colección póstuma de Alexander McQueen en los desfiles prêt-à-porter de París la tarde de ayer, capturaron el sentimiento de un singular talento que se fue muy pronto.
La última colección del diseñador británico Alexander McQueen reveló el lunes una fiesta de colores y texturas, donde se celebró su habilidad y pasión por el espectáculo, semanas después de su suicidio.
Los medios británicos informaron que McQueen no había podido superar la muerte de su madre, ocurrida a comienzos de mes y que tenía un historial de depresión.
Los asistentes aguantaron sus lágrimas mientras veían a las impávidas modelos exhibir ropa diseñada para criaturas místicas.
COLECCION
Según el portal de moda WWD, las 16 prendas que fueron apareciendo lentamente en un dorado salón parisino en la sede de la firma de lujo Francois Pinault, fueron las últimas creaciones en las cuales el fallecido modisto británico puso sus manos y que para presentarlas ayer, debió culminar un equipo de trabajo cercano al diseñador.
Es así como el arte, la imaginación y la destreza técnica de McQueen, se hicieron presentes en la pasarela con esta especial colección Otoño-Invierno 2010-2011.
La pasarela póstuma de McQueen experimentó con ideas de sus últimas colecciones, esta vez con estampados digitalmente capturados de obras artísticas, los cuales fueron tejidos rigurosamente en rígidas telas.
Una larga bata roja adornada con miles de discos dorados que sonaban de un modo extraño a cada paso, mientras que una capa veneciana bordada evocaba el misterio de un mundo de capas y espadas.
Inspirados por los maestros clásicos de la pintura, la tela fue retirada para revelar un bordado dorado, una falda de plumas o un destello de piel.
DISEÑOS
Los diseños reflejaban las sangrientas fantasías de Hieronymous Bosch, mientras que largos velos flotantes trazaban la dulce suavidad de una Venus de Botticelli. Cada look era usado con un gorro de bronce, algunos adornados con hojas doradas como los cascos romanos.
Con ópera de banda sonora, la presentación de ayer fue solemne y fúnebre, y las referencias a los ángeles, cráneos rotos y temas religiosos, inquietantemente proféticos, si se piensa que Alexander McQueen ya tenía bastante avanzada esta colección invernal antes de su muerte.
De hecho, de acuerdo al portal de moda, lágrimas de algunos espectadores fueron cayendo de sus rostros cuando apareció en la pasarela el traje final, un gran abrigo de plumas doradas sobre una suave falda blanca con pliegues.
Luego de este emocionante desfile póstumo, la compañía multinacional PPR, a cargo de la marca Alexander McQueen, indicó que la firma continuará sin su fundador y director creativo.
Para ver imágenes de esta colección póstuma es recomendable visitar el sitio Vogue UK.
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