Detienen a pirata informático por atacar la red australiana de banda ancha
El hombre de 25 años, apodado "Evil" y quien era un camionero desempleado, arriesga una pena de hasta 106 años de cárcel sumando todos los cargos que se le imputan.
Un australiano que utilizaba el apodo "Evil" ("Malvado") fue detenido por un supuesto ataque pirata a la red nacional de banda ancha que podría haber causado un daño "considerable" en la infraestructura de internet de Australia.
El detenido, un camionero desempleado de 25 años que no encontraba trabajo en empresas de informática, comparecerá este miércoles ante el juez, imputado por 49 cargos.
La Policía Federal le acusa de piratear el sistema de Platform Networks, uno de los trece proveedores contratados por el gobierno australiano para desplegar la red nacional de banda ancha en la que invierte 39 mil millones de dólares.
"Lo que había hecho, básicamente, fue penetrar en el sistema de la plataforma, puentear sus defensas y sus sistemas de seguridad", dijo el subinspector Neil Gaughan a la cadena ABC.
"Se encontraba en posición de hacer un mapa de la infraestructura, lo que le permitía poner en compromiso no sólo la red, sino también el sistema, al que habría podido derrumbar si le hubiera parecido necesario", añadió.
La Policía Federal lo arrestó el martes tras seis meses de investigaciones que empezaron con la denuncia por un ataque pirata a su web de la Universidad de Sydney y después de que el sospechoso comunicó sus planes en foros de internet.
Según la Policía, el acusado es un pirata informático autodidacta que pasaba más de 20 horas diarias delante del ordenador en su casa de Cowra, en el interior rural del estado de Nueva Gales del Sur, donde fue detenido.
"La Policía Federal denunciará en el juzgado que esta persona actuó con un nivel de malicia extremo e inusual, sin importarle los daños causado, atacando indiscriminadamente a particulares y empresas", dijo Gaughan.
"Argumentaremos que actuaba motivado por su ego para poner a prueba sus habilidades después de que se quejara que no pudiera encontrar un trabajo en la industria informática", dijo el director de la Policía Federal, Grant Edwards.
El acusado se enfrenta a un cargo por modificar datos sin permiso para causar discapacidad, lo que conlleva una pena máxima de 10 años de cárcel, y a 48 cargos por modificar o acceso no autorizado a datos restringidos, penados con dos años de cárcel cada uno.
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