Diez preguntas tras el adiós al QE3
La decisión de la Fed de iniciar el tapering removió gran parte de la incertidumbre del mercado, es sólo el punto inicial de un proceso largo y complicado, para el que no hay guías establecidas porque no tiene precedentes.
No hay un calendario definitivo
Aunque la percepción dominante es que la Fed probablemente reducirá las compras de bonos en US$ 10 mil millones mensuales en las próximas siete reuniones, no hay un compromiso firme de que vaya a ser así. La Fed puede detener el proceso si la economía decepciona y retomarlo si se acelera, o si la inflación repunta, extendiendo el proceso más allá de 2014. Si los pasos siguen a un ritmo predecible, cimentaría la campaña de Ben Bernanke por dar una mayor transparencia y apertura a las acciones de la Fed.
Persiste una cuota de volatilidad en los mercados
Una aceleración no esperada por el mercado podría empeorar el sentimiento en el corto plazo, explica Gonzalo Reyes, estratega de IM Trust Credicorp Capital. Pero, matiza, para que eso ocurra debiera haber mejores señales para la economía de EE.UU. y, consecuentemente, internalizarse en las expectativas. Una recuperación en la inversión y en el gasto de las familias del país del Norte podría señalar un dinamismo mucho más potente, que implicaría un cambio más agresivo en la política monetaria de la Fed.
Hay elementos fuera del control de la Fed
La Fed asumió un compromiso más fuerte de mantener bajas las tasas de interés de referencia, para conservar el tono expansivo de la política monetaria. Pero las tasas de mercado pueden dispararse por una nueva disputa entre los legisladores, por el techo de la deuda. O el mercado laboral puede no ir como la Fed espera, obligándola a demorar el retiro. Los indicadores tendrán un peso mayor que el "normal" en el comportamiento de los mercados, con todos evaluando el efecto que pueden tener en el ritmo de reducción de liquidez.
¿Mantendrá los activos que compró en sus balances?
El balance de la Fed creció a US$ 4 billones al 18 de diciembre, muy por sobre los US$ 2,8 billones de cuando inició la tercera ronda de QE hace 15 meses, reflejando la cantidad de bonos hipotecarios y Treasuries en su balance. Aún debe decidir si los vende o si los deja expirar. Vender sería una decisión agresiva y lo más probable, según analistas, es que eso no ocurrirá hasta que la economía de EE.UU. se haya recuperado totalmente, lo que aún pareciera bastante lejano. Incluso entonces, es probable que opte primero por subir la tasa.
Está por verse el impacto en los mercados emergentes
El fortalecimiento esperado del dólar, la expectativa de mayores tasas de interés en EE.UU. y el fortalecimiento de las economías industrializadas, debería provocar una reversión de los flujos financieros que salieron a buscar rendimiento a los mercados emergentes. Eso gatillaría un debilitamiento en sus monedas y un encarecimiento de sus costos de financiamiento en momentos que coinciden con una desaceleración económica en gran parte de los emergentes.
El contexto internacional también está moviéndose
Los riesgos asociados al tapering son bastante acotados, dice Alberto Naudón, gerente de Estudios de Bci. Pero, advierte, hay otros peligros: "La zona euro está bastante lejos de salir de sus problemas, China está iniciando un proceso de rebalanceo económico sin precedentes y en la región hay países importantes que han mostrado un alto grado de vulnerabilidad. Y en Chile, 2014 será un año de decisiones importantes, que deberán tomarse en un contexto de desaceleración y alza del desempleo".
El peso debería seguir a la baja, pero pausadamente
El retiro de liquidez fortalece el dólar, y ya hemos visto una presión alcista en la divisa desde el miércoles, explica Sergio Tricio, jefe del departamento de Estudios de Forex. Sin embargo, añade, precisamente el posible inicio del retiro de los estímulos ha sido la causa del alza del dólar a lo largo del año, que pasó de $ 480 a $ 530. Por lo mismo, si bien existiría espacio para nuevas alzas en el dólar, estas deberían ser más acotadas y de forma paulatina.
La inflación chilena podría ir atada a la gradualidad
Axel Christensen, director ejecutivo de BlackRock para Sudamérica, cree que a medida que la depreciación del peso sea gradual, no generaría presiones inflacionarias. "El tapering siempre iba a ocurrir (...) el BC va a estar ocupado monitoreando las variables, la gradualidad del movimiento, si es suave la preocupación no va a ser mucha, si es más brusca y va a acompañada de turbulencia en los mercados emergentes, la preocupación va a ser mayor", y el BC tomaría medidas.
La tasa local sentirá la presión al alza, lentamente
El aumento de las tasas externas y una recuperación más rápida de la economía de EE.UU. presionará al alza las tasas locales, "sobre todo la parte larga de la curva de rendimiento, que por lo demás está hoy en niveles muy bajos", dice Naudón, del Bci. Pero es muy probable que la desaceleración de la economía local y su efecto sobre la inflación, "lleven a que el BC reduzca la TPM alrededor de unos 75 puntos base más, poniendo presión bajista a la curva, especialmente en la parte más corta".
El costo de financiamiento debería tender al alza
Parte importante del alza en las tasas se materializó este año, dice Reyes, de IM Trust. Aunque prevé un movimiento gradual en las tasas de los Treasuries hacia 3,15% en 12 meses, con un alza moderada en los costos de financiamiento externo, en el lado local, el mayor riesgo corporativo "se ha compensado por una política monetaria más expansiva, generando que en el neto el costo de financiamiento no haya enfrentado un alza tan significativa". Hacia adelante, sigue esperando menores tasas corporativas.
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