Diplomático ceilandés en Australia es acusado de crímenes de guerra

El ex almirante Thisara Samarsinghe, alto comisionado en Australia, está implicado en ataques contra civiles en el confclicto con tamiles.




La Comisión Internacional de Juristas (CIJ) pidió que se investigue al diplomático ceilandés en Australia Thisara Samarasinghe, por crímenes de guerra cometidos durante el conflicto con los separatistas tamiles.

Las acusaciones presentadas por la filial de la CIJ en Australia indican que el alto comisionado ceilandés en Australia y el ex almirante está implicado en ataques contra civiles desarmados durante los últimos años de este conflicto.

Samarasinghe comandó entre los años 2007 y 2009 la Armada de su país en el norte y este de Sri Lanka y además fue jefe del personal de la Marina durante los años finales de la guerra civil.

La CIJ considera que Samarasinghe es responsable de las atrocidades debido a su alto puesto en la jerarquía militar, aunque no ha presentado evidencias que demuestren su participación directa en los ataques ni la emisión de órdenes expresas.

La ONU calcula que en los 37 años de guerra entre los Tigres tamil y las fuerzas armadas de Sri Lanka hubo entre 80.000 y 100.000 muertos, de los cuales unos 40.000 fueron civiles que perecieron en el norte y este del país en 2009 durante los meses finales del conflicto.

El Alto Comisionado de Sri Lanka en Camberra afirmó al periódico "The Age" que "la Armada ceilandesa no disparó contra civiles en ningún momento y toda acción se realizó con el fin de salvar la vida de los civiles contra los terroristas".

Por otro lado, la Policía australiana también investiga al diplomático Palitha Kohona, de nacionalidad ceilandesa y australiana, por su presunta participación en crímenes de guerra.

A Kohona, quien fuera un diplomático australiano en la década de 1980 y actualmente es representante de Sri Lanka ante la ONU, se le acusa de enviar, a través de intermediarios, mensajes de textos a los tamiles y a los civiles para que se entreguen desarmados.

Unas 20 personas siguieron estas instrucciones, pero según testigos, éstos fueron transportados en camiones del Ejército, ejecutados a tiros y sus cuerpos fueron posteriormente abandonados.

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